Para un mismo objetivo –conseguir que sea reconocida su invalidez–, los heridos son examinados por cuatro tribunales médico-forenses. Cada uno de ellos, de padre distinto. Cada uno de ellos, con intereses y modos de proceder distintos. Incluso con dictámenes encontrados.
Alonso, satisfecho
Mientras el ministro de Interior se colgaba ayer todas las medallas en el Congreso («prácticamente todas las recomendaciones de la Comisión del 11-M están cumplidas»), las víctimas del atentado pintan un cuadro mucho menos triunfal.
«Nos sentimos humillados. Nos tratan sin el mínimo pudor, sin respeto», dice a 20minutos la presidenta de la Asociación 11-M, Pilar Manjón, que perdió un hijo por las bombas. «Nos sentiríamos bien con un trato simplemente cortés, pero el que recibimos es traumático», añade el vicepresidente, Jesús Rodríguez, gravemente herido.
Sin protocolo único
Para que las víctimas que salieron con vida reciban la consideración de invalidez o incapacidad laboral en alguno de sus diferentes grados, han de pasar por el control de cuatro tribunales: de la Seguridad Social, del Ministerio del Interior, de la Comunidad de Madrid y del Consorcio de Seguros.
¿Por qué? Porque, pese al mensaje del ministro Alonso, el Gobierno todavía no ha establecido un protocolo único de actuación para la atención a las víctimas, ni ha modificado la Ley de Solidaridad, del año 1999, que regula y embarulla los trámites.
Desde la oficina del Alto Comisionado de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo también han pedido ese protocolo unificado, que evitaría el penoso peregrinar de los heridos.
La Asociación 11-M anuncia que recurrirá los dictámenes que considere injustos («la gran mayoría», precisa Manjón), porque han encontrado «una tendencia clara a rebajar las minusvalías».
Chocantes
Tres dedos mutilados: Algunas de las decisiones de los tribunales de evaluación de minusvalías son, cuando menos, chocantes, según la Asociación 11-M. Un administrativo que perdió tres dedos en los atentados ha sido calificado como apto para trabajar, sin ninguna minusvalía reconocida.
Reponedora con muletas: Otro caso: una reponedora de supermercado ha recibido el alta médica. Debe reincorporarse al trabajo. La mujer, herida por metralla en las piernas, necesita un par de muletas para andar.
«No somos jetas»: “«No somos unas jetas que pretendamos aprovecharnos, somos víctimas y pedimos respeto», dice el vicepresidente de la asociación, Jesús Ramírez.
El «apoyo efectivo» de AlonsoEl ministro del Interior, José Antonio Alonso, acudió ayer, por voluntad propia, al Congreso. Compareció para dar cuenta, ante la Comisión de Interior, del cumplimiento, que considera casi total, de las recomendaciones de la Comisión de Investigación del 11-M. Las víctimas «de todos los terrorismos», dijo Alonso, han sido atendidas gracias a una «intensa actividad» para prestarles «apoyo directo y efectivo». Precisó que su departamento ha tramitado 1.668 solicitudes de indemnización, el 80% de las cuales han sido concedidas (51,2 millones de €). Las familias de los 192 muertos han recibido 42,8 millones de €.
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