Caja Cantabria espera culminar un grupo que "pise los talones" a Caja Madrid y admite que pudo hablar con Caixanova

Pretende anunciar en marzo las cajas con las que se integrará para crear un grupo que alcance o supere los 100.000 millones de balance

El presidente de Caja Cantabria, Enrique Ambrosio, aseguró hoy que la entidad que dirige espera culminar en marzo un grupo que "pise los talones" a La Caixa y Caja Madrid y admitió que, dentro de las "muchas llamadas" realizadas y recibidas en el marco de las negociaciones, "pudiera ser" que se haya hablado con la gallega Caixanova.

Caja Cantabria espera poder anunciar en el mes de marzo cuáles serán las entidades con las que se integrará para impulsar un grupo "líder" de cajas que alcance o supere los 100.000 millones de euros de balance, lo que equivaldría a "pisar los talones" a La Caixa y Caja Madrid.

Según afirmó el presidente de la entidad cántabra en una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, la idea en la que trabaja Caja Cantabria es formar parte de un grupo que sea "un auténtico líder a nivel nacional", con presencia en todo el país, lo cual supondría unirse cinco o seis cajas.

En este escenario, detalló que se pretende crear un grupo con presencia nacional y para ello tendrá que haber entidades "del Norte, del Sur, del Este y del Oeste". "Galicia forma parte del Oeste", afirmó Ambrosio, quien indicó que "pudiera ser" que se haya hablado con Caixanova.

Explicó que eso requiere conversaciones con otros tantos gobiernos autonómicos, cajas y "culturas distintas", lo cual lleva tiempo y explica que aún no se haya cerrado ninguna integración, aunque la intención inicial era poder terminar las negociaciones a finales de 2009.

Tampoco avanzó hasta qué punto debería ceder competencias cada entidad al trabajar conjuntamente porque es algo que, según dijo, se abordará cuando se empiece a avanzar en el diseño del plan de negocio y eso espera que sea a partir del mes de marzo, una vez se anuncie quiénes se implicarán en el proyecto.

Y no puede concretar tampoco qué pasará con el empleo, aunque reconoce que la integración puede tener "impacto" en las plantillas. No obstante, dejó claro que ese impacto "no debe ser traumático en modo alguno", sino que "deberá solucionarse" con prejubilaciones o traslados.

Según dijo, para Caja Cantabria el hecho de que haya un solo trabajador de su plantilla que se vea afectado por un traslado o jubilación sin desearlo es ya "un gran daño", pero en todo caso no cree que el proceso tenga "un gran impacto" en el empleo.

Noviazgo antes de llegar a la vicaría

Ambrosio destacó que Caja Cantabria es "una buena novia o un buen novio para cualquiera que pretenda relaciones serias" con la entidad. Así, subrayó que los indicadores de eficiencia son "muy buenos", al igual que los de gestión, y se está sabiendo "pelear muy bien" la morosidad.

De todas maneras, recalcó que antes de pasar por la "vicaría" o por el "juzgado" tiene que haber unos primeros "escarceos" y una "fase de noviazgo" que es en la que se encuentran actualmente, para debatir, por ejemplo, "hasta qué grado de autonomía" compartirían. Además, aseguró que algunas entidades "todavía no pueden ir a la vicaría o al juzgado".

El presidente de la entidad cántabra afirmó que la necesidad de integraciones entre las cajas españolas es "una realidad", un "hecho incontrovertible", porque la caída del margen "obliga a abordar mercados que, hoy por hoy, individualmente", no pueden acometer, pero sí con otras cajas. Asimismo, afirmó que la integración contribuye a la "necesaria e imprescindible reducción de costes", que "habrá que hacerla en cualquier caso", pero será mejor si se hace "acompañados".

En cambio, lo que no comparte es la apuesta de algunos sectores por la privatización de las cajas. "Si las cajas desaparecieran como tales, todo el mercado lo ocuparían los bancos, y eso sería malo porque restringen las posibilidades de competencia. Para los clientes, más vale que haya más competidores que menos, dentro de un orden", apostilló.

Ambrosio reconoció que la cifra de 45 cajas es "excesiva", que hay una "sobrecapacidad" y que hay que reestructurarse. Pero recalcó que eliminar las cajas sería "un error monumental" porque después de más de cien años de existencia "han demostrado un saber hacer totalmente comparable al de los bancos".

"Somos igual de eficientes, somos igual de solventes y somos muy buenos gestores, en promedio", "a pesar de todos los pesares" o de algunas "interferencias". "Que haya otras personas que tengan una visión distinta y crean que estos entes debieran privatizarse no lo comparto de ninguna de las maneras", concluyó.

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