La iniciativa responde a una de las conclusiones-recomendaciones de la Jornada RETE 21 sobre el ruido celebrada en la Casa de la Cultura el pasado mes de junio. El curso lo impartirán técnicos de la Universidad de Zaragoza y asistirán unas cincuenta personas, la mayoría agentes de las policías locales de Monzón, Barbastro, Binéfar y Fraga, informaron desde el Consistorio de Monzón.

En el contexto de la aplicación de la Ordenanza Municipal para la Protección del Medio Ambiente contra la Contaminación por Ruidos y Vibraciones (aprobada en 2005), el Ayuntamiento ha adquirido un sonómetro dotado de un sofisticado software que asegura la máxima objetividad de la medición.

El concejal del área, Miguel Aso, ha indicado en un comunicado que este nuevo sistema "mejora el servicio y da mayor garantía a los ciudadanos". Asimismo, el edil ha apuntado que "se podrá discutir si los niveles que marcan los umbrales de las sanciones son altos o bajos, pero no el resultado de la medición científica".

Los agentes de la Policía Local y el personal vinculado a la Ordenanza realizaron un cursillo similar en 2005, y el reciclaje en el manejo del sonómetro viene impuesto por la evolución de las legislaciones y las nuevas tecnologías.

En estos cinco años se han abierto unos 120 expedientes sancionadores. El 55 por ciento por infracciones leves, el 16 por ciento por graves y el 17 por ciento por muy graves (el resto se cerró sin penalización).

Las multas leves oscilan entre 10 y 150 euros; las graves pueden llegar a los 750 euros; y las muy graves a los 1.500 euros y la clausura de local o la actividad que fuere. El 40 por ciento de los expedientes tuvo su origen en actividades de toda índole, y el 60 en comportamientos de particulares.