Este juicio estaba previsto que se celebrara el día 1 de diciembre del pasado año, aunque se suspendió debido a que no se había trasladado de prisión a la Audiencia de Málaga a uno de los dos procesados, fijándose para el 14 del mismo mes. Posteriormente, se volvió a suspender hasta el día 13 de enero, por enfermedad de uno de los letrados personados en la causa.

Los hechos sucedieron en septiembre de 2007. Según el relato provisional del fiscal, al que tuvo acceso Europa Press, los acusados fueron en un coche, conducido por uno de ellos, a la gasolinera con la intención de "apoderarse del dinero que encontraran en el interior de la tienda y cafetería". La víctima, según el escrito, estaba sentada en el porche de la cafetería.

Según las conclusiones del ministerio público, presuntamente el hombre fue abordado por detrás por uno de los acusados, que le echó una manta, mientras que el otro "le ataba con un cable". Además, supuestamente le golpearon hasta que "dejó de moverse", tras lo que uno de los acusados arrancó una reja del local y entraron.

Así, quitaron de la pared una máquina de cambio de moneda, tasada en 700 euros y que contenía unos 1.000 euros, forzando también otra máquina recreativa. Luego se marcharon del lugar hasta un carril terrizo de Santa Rosalía, en el distrito malagueño de Campanillas, donde se repartieron el dinero de la caja de cambio.

La acusación pública señala que los acusados dejaron a la víctima con lesiones traumáticas a nivel craneal y hemitórax izquierdo en el suelo atado y con las mantas sobre la cabeza. El hombre, de 65 años entonces, falleció por una anoxia tisular, agravada, descubriendo el cadáver la hija del dueño de la gasolinera casi tres horas después.

Como indemnización, el fiscal solicita 150.000 euros para los herederos. Por su parte, la acusación particular, en representación de la familia, pide 20 y 22 años de cárcel.