Una vez reformado, el paseo de Teruel tendrá una calzada de 6,60 metros, que se ampliará hasta los 9 metros cerca de Anselmo Clavé. El  resto quedará reservado a las aceras, donde se incorporarán 73 alcorques con sistema de riego por goteo. El proyecto propone usar baldosas de terrazo pulido en las aceras y rebajes en los pasos de cebra.

 

El paseo seguirá siendo de sentido único hacia Clavé, y se incorporarán nueve pasos de peatones en los entronques con las calles Princesa, Doctor Horno, Pérez Galdón, Hernán Cortes y Clavé.

 

 

La tubería de abastecimiento de agua actual, de 750 minímetros de diámetro y de fundición gris, será sustituida por una nueva conducción de 800 minímetros de ancho y hormigón armado. En los 370 metros que mide el paseo, se colocarán 30 sumideros y mejorarán el alumbrado.

 

Cuando empiece la obra, podrán trabajar en la reforma hasta 12 operarios al mismo tiempo. Eso será, probablemente, a inicios del 2006.

 

Además de la reforma de Echegaray (Plan de Riberas), está previsto que el próximo año arranque la remodelación de la primera fase de Miguel Servet, que se pagará con cargo al Plan de Barrios.

 

 

Tras sentirse castigados por la escasa inversión que el presupuesto de 2006 destinaba al distrito, los vecinos de Centro están satisfechos de que vea la luz el proyecto que permitirá remodelar el paseo de Teruel. Así lo indica la presidenta de la asociación de vecinos Puerta del Carmen, Mari Sol Pardos, quien recuerda la escasa seguridad que tienen los peatones al circular por la estrechas aceras del paseo. Aunque cortar al tráfico esta vía complicará la circulación en el centro de la ciudad, a los vecinos no les importa. «Valdrá la pena cuando veamos cómo queda la calle»,señala Pardos. El ensanche de las aceras se deberá hacer a costa de algún carril de circulación, según consideran desde la asociación.