En poco más de mes y medio, se han registrado cerca de un centenar de robos en las calles y en los comercios, agresiones, amenazas, y hasta un intento de violación.

Zorroza, un barrio bilbaíno de 12.500 habitantes, no aguanta más la ola de delincuencia que se ha adueñado de sus calles. «La gente tiene miedo», afirma con contundencia Luis Muñoz, el portavoz de la asociación de vecinos, que se queja del «abandono» de un barrio «a pocos minutos de Abandoibarra y el Guggenheim».

21 denuncias en un día

Sólo el pasado lunes, el día en el que miles de vecinos se manifestaron por las calles  para exigir soluciones a la inseguridad, se registraron 21 denuncias por estos motivos. Entre ellas, la de la dependienta de un establecimiento, a la que los ladrones le rompieron el brazo al zarandearla  y agredirla. Los vecinos apuntan a familias conflictivas y desestructuradas del barrio como causantes de la mayoría de estos delitos, por lo que exigen, además de mayor presencia policial, medidas sociales para la integración de estos grupos. La Policía Municipal de Bilbao, de momento, ya ha doblado la vigilancia: habrá dos patrullas en cada turno.

Suciedad, niños sin escolarizar...

Subir a Zazpi Landa, la parte alta de Zorroza, puede llegar a ser peligroso para cualquier persona. La zona está abandonada. La suciedad se extiende por el suelo y los problemas sociales de algunas de las familias han convertido la zona en un gueto. Por la Landa, la parte vieja del barrio, y otras zonas degradadas, se puede ver a niños sin escolarizar, familias que residen en infraviviendas, drogas... El Ayuntamiento bilbaíno, por todo ello, se ha comprometido con los vecinos de Zorroza a implicar a todos los departamentos municipales necesarios en el problema de inseguridad del barrio. Además de poner más protección policial, desarrollará medidas sociales, sanitarias, educativas y de regeneración urbana.