Por supuesto, no todos los infractores pasan por caja sin antes rechistar. El 16%, o lo que es lo mismo, 11.719 conductores entre los meses de enero y octubre, mostraron su desacuerdo con la denuncia presentando una reclamación en la ventanilla del Registro municipal.

La suerte es desigual para los que recurren. Por lo pronto, según el departamento de Tráfico del Concello, sólo el 35% trata de zafarse de la sanción. El resto se limita a identificar al conductor implicado, que no siempre es el titular del vehículo.

Las probabilidades de éxito son escasas. Este año, sólo 1.820 personas, el 15,5% de las que reclamaron y el 2,5% de las denunciadas, lograron ahorrarse la multa. Y esto, dicen en el Concello, es mucho más frecuente si el conductor se ha saltado una señal dudosa que si ha sido ‘cazado’ por el radar a demasiada velocidad.

Hay que saberlo...

Truco o trato: Si la multa se paga en los 30 días naturales siguientes a la notificación, el infractor disfruta de una rebaja del 30%. A cambio, pierde el derecho a presentar una alegación y sólo  dispone de la vía judicial del recurso de reposición.

Quince días: Ése es el plazo, a contar desde que se recibe la sanción en casa, para presentar una reclamación en el Registro Xeral, situado en la lonja del Concello.

Forma y fondo: Tráfico  asegura que no es preciso conocer ni la letra ni la jerga de la ley para alegar con éxito. Basta con tener razón.

Cinco meses de espera

«Todas las reclamaciones se contestan», responden en el Concello. Sí, pero la cuestión es cuándo. La espera media por la resolución de un recurso, según la Concellería de Tráfico, es de cuatro meses, aunque se puede acelerar un poco o retrasarse, incluso, hasta un año entero. ¿La razón? Determinadas alegaciones, sobre todo las que ponen en cuestión los hechos, necesitan de informes policiales que dificultan el proceso. Así que por si acaso, mientras se espera, mejor ahorrar.