El vicepresidente de la asociación de minoristas de pescado de Mercasevilla, Ángel Delgado, formalizará hoy junto al tesorero, su propio hijo, su renuncia al cargo tras admitir que adquirió género a los mayoristas de pescado pese a la suspensión de compras acordada por la asamblea de minoristas entre el 1 y el 7 de enero, una decisión que adoptó tras comprobar que una parte de los asociados que apoyaron la movilización "no respetaron" el acuerdo y compraron pescado prácticamente desde el primer día.

En declaraciones a Europa Press, Ángel Delgado informó de que tanto él, como su hijo en calidad de tesorero de la asociación de minoristas de Mercasevilla, tienen ya redactadas y preparadas su cartas de dimisión, documentos que hoy esperan entregara a Manuel Reina, presidente de la organización de minoristas.

Delgado reconoció que, efectivamente, compró pescado a los mayoristas de Mercasevilla pese a que la asamblea de la asociación, —formada por más de 500 de los aproximadamente 1.500 profesionales que conforman el gremio—, acordó una suspensión de compras entre el 1 y el 7 de enero en "respuesta" a los paros empresariales protagonizados por los mayoristas, que intentan forzar a esta sociedad mixta, participada por el Ayuntamiento hispalense y Mercasa, a renegociar los cánones "abusivos" que gravan la venta de pescado.

No obstante, aseguró que decidió romper la suspensión de compras cuando comprobó que una parte de los asociados que respaldó la movilización en la asamblea, "no respetó" el acuerdo y "compraron pescado" a los mayoristas, quienes reducen al dos o el tres por ciento el seguimiento de la suspensión de compras cuando la organización de minoristas defiende un seguimiento del 40 por ciento.

"Si ni siquiera mis asociados respetan el paro, yo no puedo quedarme atrás", dijo a Europa Press el vicepresidente dimisionario, quien apostó por "ir por libre y punto" al objeto de "no tener problemas". En ese sentido, defendió su intención de "respetar el paro" según lo acordado en la asamblea, pero zanjó el asunto argumentando que "si una parte de los minoristas compran pescado, yo tengo 27 empleados, mis clientes y mis pedidos y no puedo quedarme en paro".