Vivartia, que ofreció por la repostera ocho millones de euros, ha cumplido con los plazos de pago previstos, pero no ha dado a conocer la fecha de apertura de la fábrica oscense, ya que según comunicaron sus representantes al Gobierno de Aragón, tiempo atrás, un informe desaconseja la puesta en marcha de las instalaciones por la crisis y los problemas del sector.

Gabarre manifestó a Europa Press que "el problema es que esto se está oxidando y se va a perder todo, no sólo los puestos de trabajo". En su opinión, la planta "nunca va a volver a funcionar como tal" y ya que "este asunto está en el olvido y no va florecer".

En estos términos se refirió el responsable de CC.OO. a las instalaciones de Mildred y al proyecto de Vivartia, empresa de la que, a pesar de efectuar los pagos de compra, dudó de que su interés sea "claro" ya que, según dijo, "detrás de esto puede que haya otras cosas que ya se verán en su momento".

El secretario provincial de CC.OO. en Huesca criticó la actitud que ha tenido el Gobierno de Aragón en este asunto y aseguró que "se tendría que haber constituido un ente que hubiera impedido que Mildred muriera y se oxidara".

Añadió que "en este tipo de empresas grandes con un buen número de trabajadores se debe mojar directamente el Gobierno y sujetarlas para que no se pierdan, reflotarlas para luego, en funcionamiento, intentar vender".

Mildred cerró sus puertas en 2007 y dejó en la calle a 400 trabajadores, al perder a su principal cliente Lidl. Para su adquisición, se presentaron dos ofertas y la administración concursal optó por la del madrileño Eusebio Lázaro, que nunca llegó a materializarse.

Posteriormente, la fábrica entró en subasta pública, si bien, antes de que se iniciara este proceso, la multinacional griega Vivartia presentó su oferta de compra, tras lo que se concretaron los plazos de pago, pero no la fecha de reapertura.