Tapia anunció en un comunicado que catorce empresas constructoras han mostrado su interés por ejecutar las obras de la segunda fase del proyecto de integración urbana y ambiental de la carretera N-I en Pasai Antxo, que ha salido a licitación con un presupuesto total de 1,3 millones euros y un plazo de ejecución de seis meses desde su adjudicación.

Tapia destacó que la boulevarización integral de la vía conllevará "una notable rebaja del tráfico en la zona y la consiguiente mejora de la calidad de vida de los antxotarras", e incidió en que la puesta en marcha de la obra también supone trabajo, "un bien valioso, sobre todo en tiempos de crisis".

La responsable foral de Movilidad aseguró que la apertura previa del enlace Herrera-Intxaurrondo, que conecta la rotonda de Trintxerpe con la A-8 en sentido hacia Irun, ha hecho que disminuya el tráfico de la N-I en Pasai Antxo, lo que ahora permite acometer la boulevarización.

Las actuaciones principales de esta segunda fase consistirán en reducir los actuales tres carriles de tráfico de vehículos a dos -uno en cada sentido en todo el tramo Buenavista-Molinao- y crear un bideogorri en todo el boulevard junto a las vías de Renfe que conectará con el de Errenteria en el cruce de la calle San Marcos.

El proyecto incluye asimismo la habilitación de plazas de aparcamiento en línea entre Buenavista y Eskalantegi, y el cambio de la actual intersección por una rotonda en el alto de Buenavista.

La diputada concretó que la obra está prevista dentro del convenio de colaboración suscrito entre la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Pasaia para "coordinar e impulsar diferentes actuaciones de regeneración en el término municipal".

Esta intervención es la continuación de las obras ejecutadas en la primera fase en colaboración con los ayuntamientos de Pasaia y San Sebastián, trabajos que afectaron básicamente a la acera y las líneas de servicios en el subsuelo del lado de las viviendas, y se ejecutaron por un importe de 1,3 millones de euros.

Tapia recordó que la fase 1B incidió principalmente en la carretera con la supresión de uno de los cuatro carriles y se llevó a cabo con un coste de 1,7 millones de euros. La ejecución de la boulevarización de la N-I en sus diferentes fases tendrá un coste total de 4,3 millones de euros.