En concreto, el concejal de Seguridad y Movilidad Ciudadana, Luis Campos, indicó que además de la autorización del Cabildo de Gran Canaria, el Ayuntamiento ha sido "extremadamente riguroso con el control de entrada de menores al recinto municipal y en la aplicación de los horarios".

Asimismo, apuntó que la propia publicidad del acto advertía de que la fiesta de fin de año era sólo para mayores de 18 años y subrayó que el evento contaba con todas las medidas de seguridad, además de tener en el recinto a 15 vigilantes de seguridad privados y la colaboración de la Guardia Civil, había 10 policías locales, "que fueron estrictos en el cumplimiento de la orden de evitar que accedieran al recinto menores de edad".

El edil de Seguridad también tachó de "falsas" las afirmaciones que anunciaron la celebración de botellones en los alrededores de La Karpa. "Entendemos que la Fecao defienda los intereses del sector privado, pero el Ayuntamiento también defiende los intereses del conjunto de los ciudadanos del municipio y se reserva el derecho a organizar cuantas fiestas quiera, con todas las autorizaciones pertinentes procedan", dijo.

Por su parte, el concejal de Juventud y Festejos, Miguel Ángel Ojeda, solicitó a la Fecao que "no meta a todos en el mismo saco" y destacó el trabajo de prevención con los menores que se lleva a cabo desde el Ayuntamiento. "Trabajamos desde diferentes ámbitos del Ayuntamiento la promoción de hábitos saludables entre los menores, y no nos podemos saltar esta labor por muy señalada que sea la fecha", recordó.