El menor de once años que permanece ingresado en el Hospital Virgen del Rocío de la capital hispalense tras sufrir quemaduras al caer en un transformador de la subestación eléctrica de Cerro-Amate, ubicada en la calle Maravedí de la barriada sevillana de Santa Aurelia, evoluciona favorablemente.

Según informaron a Europa Press fuentes sanitarias, el niño ya ha pasado de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pediátrica del hospital a la Unidad de Quemados del centro, con un cuadro de quemaduras de primer y segundo grado producidas por electricidad en el 40 por ciento de su cuerpo.

Los hechos tuvieron lugar en torno a las 17,20 horas del pasado 26 de diciembre, cuando se tuvo constancia de un incendio en el transformador, que asimismo requería de una asistencia sanitaria particular.

Al trasladarse al lugar de los hechos efectivos de los servicios sanitarios, la Policía Nacional y Local y la compañía eléctrica, encontraron en el lugar al menor, que fue evacuado por el 061 al Virgen del Rocío.

Las circunstancias del accidente se contextualizan en la caída desde una altura de unos cuatro metros del menor dentro de un marco en el que también se produjo una explosión y posterior arco eléctrico. De hecho, la primera teoría barajada por las fuerzas de seguridad contemplaba la introducción de algún tipo de artefacto pirotécnico dentro de la subestación, según explicaron a Europa Press fuentes del Centro de Coordinación Operativa (Cecop).

La Policía Nacional, de hecho, dio verosimilitud a la tesis de un accidente al constatar la inexistencia de otras personas más allá de otro menor varón —que según los bomberos intentó apagar las llamas y habría sido el que dio el aviso de la incidencia, resultando ileso del incidente—, por lo que cerró las pesquisas considerando que los niños jugaban con petardos en el momento del suceso.