Las dos mayores fuentes de residuos industriales peligrosos en la ciudad de Alicante son los coches –una vez retirados de la circulación– y, a gran distancia, las industrias metalúrgicas, según el último mapa provincial de este tipo de desechos elaborado por la Universidad de Alicante por encargo de la Cámara de Comercio.

Del volumen global de desechos al año, 13.352 toneladas, más de la mitad (52%) proceden de estos dos sectores, con 4.543 y 2.513 miles de kilos, respectivamente.

«Los coches generan un volumen considerable, sólo hay que pensar en las baterías, aceites usados, filtros...», explica Carlos Arribas, de Ecologistas en Acción de Alicante. En esta organización no aprecian que esta ciudad destaque por unas cantidades de residuos industriales superiores a otras cercanas.

Otras sustancias que figuran en el mapa, aunque en menor volumen, son las originadas en procesos químicos (disolventes y pinturas, por ejemplo), con 1.591 toneladas anuales, los llamados residuos municipales (domésticos) de comercios e instituciones (1.085), y los generados en la construcción (1.060 toneladas/año).

Para finales de 2009 estaba anunciada la apertura de una planta de tratamiento de neveras de Vaersa en Aguamarga, que arrastra un retraso de dos años, según Arribas.

De estos electrodomésticos hay que extraer el gas CFC que, en el caso de los frigoríficos más antiguos, no se puede reciclar y se tiene que quemar controladamente.

Ayuntamientos contra el CO2

A partir del año entrante, los ayuntamientos dispondrán de ayudas de la Diputación para adherirse al llamado Pacto de los Alcaldes, un programa europeo por el que cada municipio se compromete a reducir en un 20 % sus emisiones de CO2 para 2020 a través de la reducción del consumo de energía en un 20% (ahorro y eficiencia energética) y la producción del 20 % de energía consumida a partir de fuentes renovables.