La responsable del área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Huesca, Flor Ardanuy, explicó que la crisis se ha notado más en el tipo de ayudas que solicitan las personas que se dirigen a la Fundación Municipal de Servicios Sociales, entre las que figuran ayudas alimenticias o para pagar el alquiler de su vivienda.

El invierno y la Navidad son las épocas del año que concentran la mayor parte de la demanda en el albergue municipal, entre las personas que requieren pernoctar. Ardanuy remarcó que este año, pese a que "no ha habido un aumento considerable de los usos" en el refugio municipal, ha habido "meses con alta ocupación", como fue el caso de octubre, mientras que durante el mes de noviembre, el albergue registró una ocupación media.

El refugio municipal de Huesca oferta, según valoró Ardanuy, "una más que considerable cifra de plazas", ya que mientras en otras ciudades como Zaragoza, hay una cama para cada 10.000 habitantes, en Huesca hay seis para cada 10.000 habitantes. La media diaria de ocupación en Huesca se sitúa entre las 16 y 18 plazas.

El refugio cuenta con un comedor de 40 plazas, cuyos usos este año han aumentado un 5 por ciento. La responsable de Servicios Sociales dijo que hay entre 10 y 15 personas fijas que acuden siempre a comer a este lugar. Cada día se sirve una media de 28 comidas y a las personas que no tienen plaza se les da un bocadillo.

Ardanuy afirmó que "la crisis económica actual es un factor agravante que no se ha hecho notar especialmente en el uso de las prestaciones sociales como el albergue, aunque sí se ha manifestado en otro tipo de demandas llegadas a la Fundación Municipal de Servicios Sociales".

En este sentido, la crisis es un indicador que permite observar un incremento en las solicitudes de ayudas de urgencia más básicas, como alimenticias y pagos de alquiler de viviendas, concluyó.