El Consello de la Xunta aprobó hoy el anteproyecto de modificación de la Ley del Suelo, con el que se ampliarán los tipos de núcleos rurales y las competencias de los ayuntamientos y con los que el Gobierno pretende "simplificar y facilitar" la elaboración de los planeamientos urbanísticos municipales. El texto será remitido al Parlamento en la primera semana de enero y se debatirá en pleno en febrero.

Según este nuevo texto, que el Ejecutivo defiende que cuenta con un "amplio acuerdo y consenso", los núcleos rurales serán de cuatro tipos y las corporaciones locales verán incrementadas sus competencias urbanísticas y podrán otorgar licencias para ampliar naves y establos en suelo rústico.

Una de las novedades que aportará esta reforma es la reducción de la tramitación autonómica en los planes de ordenación municipal. De hecho, el texto prevé rebajar un tercio —de tres a dos meses— los plazos de las intervenciones de la Xunta en los procedimientos de aprobación, a excepción de la aprobación definitiva de los PGOM, que se mantendrá en tres meses.

Por otra parte, la evaluación ambiental pasará a formar parte del propio contenido de los instrumentos de ordenación urbanística, tramitándose de forma unitaria.

La nueva norma, que modificará 44 de los 237 artículos de la ley, buscará una "mayor cooperación" entre los diferentes departamentos autonómicos en el proceso de documentación para evitar duplicidades. También pretende incrementar la colaboración entre administración autonómica y local, con el fin de "facilitar" la tramitación de los planeamientos urbanísticos.

La Xunta permitirá, con los cambios que se introducen, agilizar trámites delegando mayores competencias en los municipios. Los Ayuntamientos podrán dar luz verde —sin necesidad de autorización autonómica previa— a todas aquellas obras directamente "vinculadas" con una explotación de recursos naturales —como naves o establos—.

Asimismo, la modificación supondrá una "mayor agilidad" en la otorgación de licencias en suelo rústico para obras mayores —las que requieren proyecto técnico completo— ya que se reducirá un 60 por ciento el tiempo máximo de concesión de licencia. Esto será factible al mantenerse sólo los tres meses de plazo municipal, eliminar los tres meses necesarios para la autorización autonómica y reducir el tiempo de envío de la solicitud y el traslado del acuerdo de autorización.

En la concesión de licencias para obras menores —aquellas de escasa entidad constructiva y económica— se aprecia una mayor reducción ya que el tiempo máximo de concesión de licencia se reducirá, según el Gobierno autonómico, en un 80 por ciento.

Tipos de núcleo rural

La futura ley establecerá que serán los propios planes de los municipios los que establezcan el régimen urbanístico de los núcleos rurales.

Así las cosas, el anteproyecto fija cuatro tipos de núcleos rurales. En primer lugar, figura el núcleo rural histórico tradicional, además del núcleo rural consolidado, limitado por el grado de consolidación de la edificación que será igual o superior al 50 por ciento de la superficie.

Como novedad, incorpora el núcleo rural no consolidado —en el que el grado de consolidación de la edificación se situará entre un 33 y un 50 por ciento— así como el núcleo rural complejo, caracterizado por la concurrencia y compatibilidad de características propias del núcleo tradicional y de cualquiera de los otros dos establecidos.

Con esta reforma, el Gobierno gallego persigue regular los 30.000 núcleos de población con los que cuenta el rural gallego y, en especial, los más de 10.200 núcleos que tienen, al menos, diez edificaciones. El Gobierno gallego justificó el "apremio" en la reforma de esta ley por la "necesidad de terminar con la situación de bloqueo" de los ayuntamientos, pues "cerca de un 80 por ciento está en alguna fase de tramitación de planeamiento", algunos de ellos "desde hace 30 años".