El documento, diseñado de acuerdo a la Estrategia Europea y Nacional y según la Ley autonómica, señala entre las prioridades para los próximos cinco años potenciar programas de prevención universal en el ámbito escolar y familiar desde temprana edad.

Además, se pretenden incrementar las acciones de prevención selectiva entre jóvenes con mayores posibilidades de desarrollar un uso problemático de las drogas; y reforzar la información relativa a la drogodependencia y sus consecuencias.

También se propone crear un sistema de evaluación que permita ver los resultados de las campañas de forma óptima; mantener los programas terapéuticos para aquellos drogodependientes en tratamiento; y reforzar la comunicación entre los diferentes agentes sociales, económicos y políticos, junto a la Administración, para dar mayor efectividad al plan.

La financiación de las actuaciones de los próximos cuatro años deberá ajustarse a la consecución de los objetivos marcados. Dependerá de la dotación de recursos humanos y materiales ya existentes en la Consejería de Sanidad, así como de la asignación presupuestaria necesaria para su desarrollo, según explicó el Gobierno cántabro en nota de prensa.

Además de definir las actuaciones estratégicas hasta 2013, este documento constituye un apoyo a los esfuerzos realizados por las administraciones locales en cada uno de sus territorios y de las organizaciones sociales que prestan servicios y desarrollan programas en Cantabria.

El plan ha sido confeccionado por la Dirección General de Salud Pública, contando con las recomendaciones de la evaluación de la Estrategia 2005-2008 y la opinión de personal experto, profesionales y agentes vinculados con el sector.

El Gobierno recordó que los datos de las encuestas y estudios sobre el consumo de drogas y la experiencia acumulada a la hora de abordar el fenómeno indican que, "si bien los logros han sido considerables, aún sigue siendo un fenómeno problemático".

Asimismo, las medidas que se están utilizando para atajar el consumo "han sido insuficientes para hacer frente de una forma común a la drogodependencia, por lo que el plan debe abordar un amplio abanico de objetivos y estrategias".

El Plan Estratégico pretende "optimizar todos los recursos existentes y actuaciones para reducir así, los usos problemáticos de las drogas y sus fatales consecuencias sociales y de salud".