En Al-Arish, cerca de 50 ciudadanos de distintas nacionalidades mantienen su determinación de intentar acceder a la Franja de Gaza a través del paso fronterizo de Rafá en un apoyo simbólico a la población que hace un año sufrió la ofensiva israelí 'Plomo Fundido' y vive hoy bajo un bloqueo que impide su reconstrucción.

La manifestación partió a las 12.00 horas en España, 13.00 horas en Egipto, desde una de las principales calles de Al-Arish y, cuando habían caminado unos 25 metros, según afirmó Alonso, la policía les impidió el paso "a la fuerza", lo que provocó unos momentos "de fuerte tensión".

Ante esta situación, la estrategia que tomaron fue sentarse en el suelo y cortar el tráfico, según informó la Plataforma de Palestina-Valladolid en un comunicado recogido por Europa Press.

"Allí hemos permanecido un rato dando vivas a Palestina y cuando regresábamos a la plaza para aminorar la tensión, se ha unido a nuestras voces y presencia de un egipcio (Kamal Gomaa Ebrahim) y su hija", afirmó Alonso, miembro de la ONG Sodepaz y de la Plataforma Solidaria con Palestina en Valladolid.

Así, la activista afirmó que ante los intentos de la policía por detener al abogado, ella y sus compañeros se agarraron a él en una cadena para evitar su detención, lo que "ha enfurecido bastante" a los agentes locales.

Población "sometida"

Alonso resaltó que este abogado egipcio "se ha puesto en evidencia y ahora su vida corre peligro", al tiempo que señaló que la represión en Egipto y la impunidad "son la tónica" en un país en el que el ejército y la policía tienen a la población "sometida y amordazada", tal y como destacaron las mismas fuentes.

"Nos ha emocionado su discurso, hablando de la vergüenza del gobierno egipcio, cómplice con el sionismo israelí y de la situación del pueblo hermano palestino, aseguró Alonso, que defiende los derechos palestinos y se muestra en contra de la ocupación militar que lleva a cabo Israel y que se sumó hace unos días a la Marcha por la Libertad de Gaza, una campaña internacional no violenta en la que participan 1.400 personas de 43 países del mundo.

La activista señala que se han llevado custodiados hasta su hotel al abogado y su hija para evitar que "de momento pase algo", al tiempo que avanzó que se ha llamado a la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y se están llevando a cabo gestiones para proteger su vida en la medida de sus posibilidades.