En declaraciones a Europa Press, el presidente de Faconauto, Antonio Romero-Haupold, subrayó que la adhesión a este plan es algo "muy bueno", tanto para los clientes andaluces, que "disfrutan precios espectaculares y nunca vistos", como para los concesionarios, consiguiendo parar la "sangría de despidos", que en España alcanzaba en torno a las 30.000 personas.

Aseguró que se trata de la "mejor medida" que se puede tomar por parte de un Gobierno andaluz, teniendo en cuenta la estructura de su tejido productivo, con empresas en la industria de componentes y otras 550 dedicadas a comercialización, que en su conjunto dan empleo a más de 30.000 personas.

Sin embargo, advirtió de que los concesionarios han sido los que han soportado el plan y esperó que 2010 "no sea así, porque estas empresas no pueden soportar financieramente el plan al no existir en estos momentos grandes cantidades de circulante".

En este marco, dejó claro que el plan "no terminará en julio sino en marzo porque hay poco dinero", y recordó que las anteriores previsiones hechas por los empresarios "ya se han cumplido". "Si se apoya al sector de forma clara, será el primer ámbito económico en crear empleo a finales de 2010", añadió Romero-Haupold, quien valoró de forma negativa el incremento del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) el próximo año.

El Consejo de Gobierno autorizó hoy la adhesión de la Junta de Andalucía a la prórroga del Plan 2000E de Apoyo a la Renovación del Parque de Vehículos, impulsado por el Gobierno central, dando continuidad a las ayudas autonómicas para la retirada de turismos y furgonetas de más de diez años de antigüedad, que desde el pasado mes de julio han sumado los 20 millones de euros y han facilitado la venta de casi 38.000 nuevos vehículos en la comunidad autónoma (un 20% del total de operaciones en el conjunto de España).

Esta prórroga supondrá para la Junta un desembolso inicial de alrededor de ocho millones de euros en 2010, si bien esta previsión está sujeta al número de solicitudes que se produzca.

El Plan 2000E establece ayudas directas a los ciudadanos para la compra de vehículos menos contaminantes, con el objetivo de dinamizar el sector del automóvil y mejorar la seguridad vial y el medio ambiente. Las cuantías pueden alcanzar hasta los 2.000 euros, de los cuales 1.000 los aportan los fabricantes o importadores, 500 el Gobierno central y otros 500 las comunidades autónomas que se suman a la iniciativa.

Las ayudas, condicionadas a la entrega y retirada de la circulación de vehículos de más de diez años, se conceden para adquisición de turismos y vehículos de transporte de menos de 3,5 toneladas, con un precio inferior a 30.000 euros y con emisiones de entre 120 y 149 gramos de CO2 por kilómetro (turismos) y de hasta 160 gr/km (furgonetas).