El portavoz de los vecinos de Padre Pío, Luis Llamajirand, explicó a Europa Press que desde que se iniciaron las obras hace dos años han estado remitiendo escritos a Emasesa advirtiendo de que "era imposible lo que estaban haciendo, que iba a dar problemas", pero lamentó que "hasta hoy no se ha recibido notificación alguna de respuesta".

Asimismo, criticó que la intervención, que tenía un plazo de ejecución de 16 meses, fue "dada por terminada hace tiempo", pese a lo cual "han tenido que venir a desaguar y a desviar una tubería", por lo que se preguntó "cómo puede un arquitecto dar por buena esta obra, que ha costado más de cinco millones de euros, cuando han tenido que venir a darle salida al agua".

De igual forma, destacó que "las calles son como una montaña rusa, ninguna está bien terminada", además de que "han dejado enterradas las tuberías antiguas y eso es una bóveda de ratas que cuando se llene de tierra y agua puede provocar también hundimientos en el suelo".

A todo esto, añadió que "se han cargado el barrio por completo", hasta el punto de que, según insistió, "el 99 por ciento de las casas ha quedado a ras de suelo y, al no tener el escalón de 15 o 20 centímetros que había antes, cuando llueve entra el agua dentro".

"El barrio está dejado de la mano de Dios, parece que no pertenece a Sevilla", lamentó Llamajirand, quien recordó que "también se comprometieron a hacer un parque donde está el canal y tampoco lo han hecho" y responsabilizó de la situación al alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, a cuya disposición se puso "a la hora que quiera" para mantener una reunión.

Ante tal situación, unida a las fuertes lluvias de los últimos días, el portavoz vecinal advirtió que los ánimos se están caldeando, de modo que "si las cosas siguen así los vecinos estarán dispuestos a movilizarse", porque reiteró que "se está avisando desde antes de que pase".