Pero siempre lo suficiente como para que no se reconozca a su autor. Además, a los graffiteros las advertencias tipo «prohibido» o las amenazas de denuncia poco les importa. Lo suyo es el arte sin fronteras. O casi.
... pero no los ‘graffitis’
Porque una cosa es un cartel, con demasiadas pistas sobre su promotor, y otra una firma más o menos artística.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios