El presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, hizo entrega de la ayuda de 18.000 euros que el Ejecutivo foral ha concedido a la Congregación Religiosa de las Hermanitas de los Pobres como contribución a la labor social que desarrolla a favor de los ancianos con menos recursos.

Esta cantidad representa el importe que el Ejecutivo foral ahorra al suprimir las felicitaciones navideñas, medida que se viene realizando desde el año 2006, cuando se acordó donar el importe que se dedicaba a la compra y franqueo de las felicitaciones postales navideñas a una entidad benéfica.

La Congregación de las Hermanitas de los Pobres fue fundada en 1839 y tiene como misión el cuidado de ancianos con escasos recursos, "significándose por la hospitalidad para quienes sufren a causa de la avanzada edad, la pobreza, la soledad u otras dificultades con una vocación de servicio que las inserta plenamente en la realidad de las sociedades en las que ésta implantada", según se recoge en el acuerdo aprobado por el Gobierno al efecto.

Según añadió el Ejecutivo, la labor que realiza esta congregación es de utilidad pública e interés social, ya que "desempeña un importante servicio a favor de los ancianos con menos recursos". Se trata de una congregación que se nutre, para desempeñar su labor social, únicamente de la caridad, ya que ni las persona acogidas ni la propia congregación se beneficia de ayudas por parte de ningún organismo público.

El asilo pamplonés de las Hermanitas de los Pobres, construido en la Avenida de Guipúzcoa en 1887, fue derribado hace tres años para dar paso a una nueva residencia, que ha supuesto una importante inversión para la congregación y cuya apertura está prevista para comienzos de 2010.

Esta residencia, de mayor tamaño que la anterior y dotada de mayores comodidades para sus residentes, albergará a unas ochenta personas, válidas y asistidas, caracterizadas por su edad avanzada y su falta de medios para pagar, ni siquiera parcialmente, su estancia en cualquier otra centro geriátrico público o privado.

La subvención concedida por el Gobierno de Navarra tiene como finalidad contribuir a financiar la construcción de la nueva residencia así como los gastos de funcionamiento de la propia congregación, que también resultan elevados para los recursos de que dispone. Además, supone un "reconocimiento a la gran labor que las Hermanitas de los Pobres desarrollan a favor de los más desfavorecidos", finaliza el acuerdo del Ejecutivo foral.