El bloqueo que desde el domingo los pescadores hacen en el puerto de Tarragona impidió ayer a siete barcos descargar en los muelles, y durante la noche anterior tuvieron que permanecer fondeadas en el pantalán de Repsol. Además, según informó la Autoridad Portuaria, otras doce embarcaciones –vacías, en este caso– esperaban a las puertas de la bocana permiso para atracar en una nueva destinación.
Los pescadores de Girona trasladaron sus acciones reivindicativas a la frontera de la Jonquera. Unos 200 profesionales cortaron la AP-7 en sentido sur, en una movilización que secundaron todas las cofradías de la Costa Brava y provocó tres kilómetros de colas.
Los manifestantes trataron de impedir la entrada de pescado de otros países, que son los que están suministrando a las pescaderías españolas desde que iniciaron la huelga.
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