El teniente general de la Guardia Civil José Manuel García Varela ordenó, para su acto de despedida del cuerpo, un multitudinario homenaje mediante la organización de un desfile. En la orden de servicio que él mismo firmó, se incluye el despliegue de compañías, escuadras, coches, motos, helicópteros, e incluso un avión.

El acto se celebró el pasado viernes, habiéndose realizado un ensayo previo el jueves 17 de diciembre. Según la información recogida por El País.com, la orden del desfile supone la movilización de 1.000 efectivos, 14 motos, 12 vehículos, 5 helicópteros (la Guardia Civil cuenta con un total de 20) y un avión, de los dos que el cuerpo tiene en activo.

Un desfile cuya dimensión fue completamente especificada por el propio García Varela, ya que los reales decretos, como continúa este diario, tan sólo contemplan la celebración de homenajes pero no los detalles propios de éstos. De hecho, los actos de despedida de otros compañeros no tuvieron en ningún caso dicha magnitud.

Un hecho que se agrava al considerar la precaria situación ecinómica actual y los últimos recortes presupuestarios en los cuarteles de la Guardia Civil, como señala AUGC, el principal sindicato del cuerpo.

La oficina de prensa de la Guardia Civil no ha especificado el presupuesto empleado en el homenaje, al que califica de "un hecho rutinario, como tantos otros actos militares", sin dar tampoco detalles de cómo fueron otros actos anteriores.

La prensa no estuvo autorizada a acudir al desfile, que sí presenció el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que también acudió a una cena en El Pardo, a la que asistieron unos 500 comensales. Izquierda Unida pretende preguntar al Gobierno por los detalles de este homenaje multitudinario.