El experto en derechos humanos Carlos Martín reivindicó hoy en Pamplona la necesidad de avanzar en "el reconocimiento plural de los derechos de todas las víctimas" en España. Según expuso, en el Estado "se ha avanzado mucho en las políticas de reparación a las víctimas de ETA, especialmente, pero menos en el reconocimiento a las víctimas de otros terrorismos, aunque en la Comunidad Autónoma Vasca se han dado pasos en esa dirección".

Carlos Martín, coordinador del informe 'Guatemala Nunca Más', impartió hoy una conferencia en Baluarte, en el marco de una jornada dedicada a las políticas públicas en relación con las víctimas organizada por la Fundación Ezkerraberri, impulsada por Aralar. Con este acto, la fundación, que busca "fomentar el debate social sobre la soberanía nacional de Euskal Herria, así como sobre feminismo, ecología, juventud, modelo económico, euskera y cultura vasca, inmigración, democracia participativa o derechos humanos", se presentó de forma oficial en Navarra.

Tras su ponencia, Martín atendió a los medios de comunicación y afirmó que "no ha habido ningún avance todavía en el reconocimiento a víctimas de la época de la transición o de hasta mediados de los años 80". Se trata de "víctimas de la policía, altercados, o personas que murieron en contextos de detención".

Además, destacó que "tampoco ha habido una política que tenga en cuenta las víctimas de tortura". "Ni siquiera se ha dado una investigación independiente sobre esos temas que ponga encima de la mesa un informe que tenga en cuenta esas violaciones de derechos humanos que se han dado en España", señaló.

Por ello, el experto reivindicó "la necesidad de un reconocimiento plural del sufrimiento de las violaciones de derechos humanos", aunque también reconoció que "muchas de estas cosas están sometidas a la polarización social". Así, "dependiendo de qué sensibilidad política es cada persona, va a reconocer unas cosas u otras", añadió.

Sin embargo, defendió que "la piedra fundamental de cualquier discusión debería ser reconocer los derechos de las víctimas, no cómo cada uno interpreta esas violaciones, el contexto en el que se dieron o la posición que tenga respecto a quién hizo las violaciones". "Eso debería ser parte de una discusión política que no debería entrar a formar parte de la discusión de las políticas de víctimas", aclaró.

Por otro lado, insistió en que este reconocimiento de todas las víctimas "no significa igualar los diferentes procesos de victimización; no significa decir que ETA y el Estado son lo mismo".

Reconstruir el tejido social

Carlos Martín valoró que reconocer los derechos de todas las víctimas es "importante" para ellas, pero también como modo de "reconstrucción del tejido social". En este sentido, aseguró que "hay una fractura de las relaciones sociales producidas por la violencia en los últimos años, por lo que se necesita poner puentes entre estas fracturas".

A su juicio, estos nexos podrían llegar a través de "espacios sociales que permitan un acercamiento ético basado en el consenso internacional sobre derechos humanos, para abordar las relaciones conflictivas que generan fácilmente polarización". A este respecto, indicó que "si se habla de violencia terrorista, unos dirán que no se reconoce la violencia del Estado y si se habla de violencia política, otros afirmarán que se está legitimando a ETA", sentenció. "Eso hace que incluso el lenguaje que usamos esté secuestrado", añadió.

Según Martín, en estos temas "no ha habido una reflexión colectiva que permita ver las similitudes y las diferencias entre las víctimas". "No ha habido informes e investigaciones de esa cara de las cosas que no se ha querido o podido ver", resaltó.

Finalmente, con el fin de que todas las víctimas se sientan reconocidas, abogó por "la utilización de conceptos más incluyentes respecto a la experiencia de las personas". "En el término víctimas del terrorismo hay muchas que no se sienten identificadas, porque se ha usado sólo para las víctimas de ETA durante mucho tiempo", concluyó.