En un desayuno informativo en el Club Antares de Sevilla, Sánchez Luque alertó de los peligros que acarrearía el que el mercado laboral "esté en función de este tipo de vaivenes" y recordó que "la realidad de los 80 y los 90, de la que tuve la suerte o desgracia de vivir, fue la de muchas familias de médicos que sobrevivían gracias a los contratos de vacaciones y los días de asuntos propios que otros compañeros se cogían en Navidad y Semana Santa".

Según declaró, esa precaria realidad se debió a que "había una plétora de médicos" a la par que las facultades de Medicina "se habrían de forma indiscriminada", hecho que también provocó el que "muchos nuevo médicos formados en años 'colgaron sus batas' fruto de no encontrar las expectativas que querían de la profesión".

El presidente colegial, quien pidió huir de estereotipos como el del médico muy bien remunerado, señaló que esa realidad "ya no corresponde al momento actual", abogó por ello por "no caer en los errores del pasado abriendo ahora de nuevo de forma indiscriminada las facultades de Medicina", toda vez que apostó por fidelizar al médico joven.

Plan de fidelización

"Proponemos un plan de fidelización del médico joven para que se quede en nuestra comunidad", apostó Sánchez Luque, quien opinó que ello se consigue "con retribuciones económicas adecuadas, una estabilidad en las plantillas, reforzar la carrera profesional, hacer atractiva la profesión en la comunidad para el retorno de los médicos que ya trabajan en el extranjero y flexibilizando la edad de jubilación".

En este último punto, alertó de que el 27 por ciento de los 32.000 médicos andaluces colegiados que tienen entre 55 y 65 años y trabajan en el servicio público se jubilarán a lo largo de los próximos diez años, lo que revela que "la población médica andaluza está envejeciendo".

Así, y frente a este nuevo contexto, advirtió del peligro que una lectura somera de esta realidad podría acarrear abriendo "de forma indiscriminada" las facultades de Medicina, por lo que apostó por mejoras retributivas y laborales, como abrir la edad de jubilación por encima de los 65 años, "pero no sólo para especialidades de difícil cobertura o zonas rurales", en alusión a esta posibilidad ya esgrimida por la propia consejera, María Jesús Montero.