La plaza del Ayuntamiento se convierte desde el día 18 de diciembre en un espacio tranquilo para el paseo, con nuevo diseño, pavimento, arbolado... y, sobre todo, sin coches. Se hace peatonal y, eso sí, obliga a miles de conductores de la zona de playas a dar un pequeño rodeo si quieren llegar a la Rambla, con tres itinerarios alternativos al que tenían hasta ahora, un poco más corto.

Salvo el transporte público y los vehículos de emergencia, el resto del tráfico rodado se desvía por Juan Bautista Lafora y Conde de Vallellano, es decir, por la travesía del Puerto hasta llegar a Canalejas y volver por San Fernando. O bien por detrás del Benacantil, en la avenida Jaime II, con dos opciones, desde la avenida de Dénia o desde la de Villajoyosa.

Otra de las principales novedades es que el Paseíto de Ramiro cambia de sentido, ahora es de salida.

El concejal de Tráfico, Juan Seva, quiso tranquilizar ayer a quienes circulan con frecuencia por la zona sobre la posibilidad de que se formen atascos, y recordó que este verano, mientras la plaza del Ayuntamiento estaba levantada, se ensayó el corte al tráfico parcial de la calle Rafael Altamira, justo al lado. «Comprobamos que es perfectamente asumible».

Y para los primeros días, en que a más de uno le puede coger desprevenido, hay un dispositivo especial con señalización viaria de todos los cambios y agentes situados en la zona para ayudar a los conductores.

Seva aseguró también que «tanto vecinos como comerciantes de la zona afectada han sido informados» y subrayó que «se trata de una apuesta por la recuperación de un espacio emblemático».