Los peritos forenses que declararon hoy en el juicio por agresión sexual, celebrado a puerta cerrada en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias con sede en Gijón, se ratificaron en sus informes psicológicos que definen a la víctima como una persona con personalidad histriónica y paranoide, que incurre en muchas contradicciones y cuyo relato no tiene credibilidad, confirmaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Se trata del juicio en el que un hombre se enfrenta a siete años de cárcel por un delito de agresión sexual, tras obligar supuestamente a una mujer a realizar sexo bajo amenazas. Según el relato fiscal, los hechos se remontan al 19 de agosto de 2007, donde el acusado se encontró con la mujer en un establecimiento público. Ambos se fueron juntos en el vehículo de él donde, según la víctima, la obligó a realizar un acto sexual bajo intimidaciones. Tanto la Fiscalía como la acusación particular piden la misma pena de siete años de prisión, mientras que la defensa solicita la libre absolución.

Uno de los peritos llegó a decir que la mujer, que hoy declaró detrás de un biombo a petición propia, le había relatado una agresión sexual anterior que sufrió con detalles idénticos a la que hoy se juzgaba, algo que indicó no sería posible de haberse producido. La mujer denunció ya haber sido víctima de hasta cuatro intentos de agresión sexual, además de haber interpuesto otras denuncias contra varias personas por malos tratos o agresiones.

Por otro lado, la mujer no presentó ningún testigo presencial que pudiera corroborar los hechos o que por lo menos viera como ella se había ido del bar —del que es asidua y en el que coincidió con su supuesto agresor— acompañada por el acusado.

Por su parte, el imputado negó los hechos y que hubiera tenido alguna vez relaciones o contactos sexuales con la víctima, a la que conoció mes y medio antes de los hechos por motivos de trabajo y con la que coincidió en varias ocasiones después. Además, señaló que el día de autos estuvo cenando con su mujer y unos amigos, con los que estuvo hasta las 5.00 horas, momento en el que él y su esposa se fueron a su domicilio conyugal.

A este respecto, tanto su mujer como los dos amigos con los que cenó corroboraron en el juicio esta versión, como ya lo hizo uno de ellos en su día cuando el hombre fue detenido y le llamó la Policía para contrastar la coartada.

En cuanto al mensaje de SMS de contenido sexual que el imputado mandó a la víctima, el procesado explicó que fue en respuesta a otros mensajes que le había dejado la mujer, uno de ellos en el parabrisas de su coche.

Asimismo, la Acusación Pública y la particular mantuvieron la petición de siete años de cárcel para el acusado de un delito de agresión sexual, mientras que la defensa sostuvo la libre absolución para su cliente.

Según el relato fiscal, los hechos se remontan al 19 de agosto de 2007, donde el acusado se encontró con la mujer en un establecimiento público. Ambos se fueron juntos en el vehículo de él donde, según la víctima, la obligó a realizar un acto sexual bajo intimidaciones.

La Fiscalía se mostró favorable en dos ocasiones al archivo de la causa debido a los informes psicológicos realizados a la víctima, que concluyen que su relato es "indeterminado", además de que la mujer sufre alteraciones como hipocondría, esquizofrenia, suspicacia paranoide o confusionismo, entre otras. Se da la circunstancia de que la mujer presentó al menos nueve denuncias contra personas diferentes por malos tratos y amenazas entre los años 1883 y 1998.

Asimismo, a raíz de esta última denuncia hubo un primer archivo del caso, que fue recurrido por la acusación particular. Posteriormente la causa fue reabierta, al apreciar indicios, con el informe de nuevo en contra de la Fiscalía y con el recurso interpuesto esta vez por la defensa.

Finalmente, la Audiencia Provincial de Asturias entendió que había indicios como para que se dilucidaran en la vista oral, por lo que ordenó la apertura del juicio. Fue en ese momento cuando la Fiscalía presentó escrito de acusación con la citada petición de cárcel.