30 'teaser posters' que cambiaron la historia

Son un truco de márketing. Apenas aportan información. Sólo sirven para darnos ganas de ver pelis que pueden ser (o no) grandísimas bazofias... Pero nos encantan. Hablamos de los teaser posters o carteles de adelanto, un género de diseño gráfico para el cine que cada vez está más de mod. Animados por estas tres pequeñas obras de arte, en CINEMANÍA hemos reunido nuestros teasers favoritos para que podáis echarles un vistazo... Y dirimir si las películas que promocionaban realmente valían la pena, o si nos timaron como a tontos. La decisión, como siempre, es vuestra.

¿Por qué nos gusta? Porque, valga la redundancia, sólo necesita un botón de "me gusta" para clavar del todo su concepto. Puestos a hacer una peli sobre la fundación de Facebook, ¿qué mejor que convertir el póster en el muro del usuario Mark Zuckerberg?

¿Por qué nos gusta? Como veremos en este informe, "menos es más" es la máxima más útil para confeccionar teaser posters. La película de Rodrigo Cortés nos avisó desde el principio que el futuro de Bradley Cooper Ryan Reynolds iba a ser muy negro, y muy profundo.

¿Por qué nos gusta? Por devolvernos la esperanza, básicamente. La silueta de Christian Bale con capa y capucha nos hizo pensar que, pese a Batman y Robin, e incluso pese a Catwoman, las aventuras del Hombre Murciélago tenían aún mucho que ofrecer.

¿Por qué nos gusta? Siempre hábil para el reciclaje, J. J. Abrams (o, más bien, su equipo gráfico) cogió la imagen más emblemática de El planeta de los simios, invirtió su concepto y nos avisó de que esa "peli de mónstruos gigantes rodada con móviles" iba a molar mucho.

¿Por qué nos gusta? En su juventud sudafricana, el director Neill Blonkamp debió ver más de un cartel similar a este, sólo que aludiendo a las personas de raza negra en lugar de a los aliens. Afortunadamente, el arte (y el humor negro) permiten darle un buen uso incluso a los recuerdos más desagradables.

¿Por qué nos gusta? A los aficionados a la TV noventera nos dio un vuelco el corazón cuando vimos las sombras de Gillian Anderson y David Duchovny formando de nuevo una "X" después de tantos años. Lástima que la película resultase infumable.

¿Por qué nos gusta? Ni pistas sobre el argumento, ni alusiones frikis, ni naranjas de la China: todo lo que precisó este póster para darnos ganas de comprar la entrada fue el perfil de Clint Eastwood. ¿Por qué? Pues porque es Clint, y Clint es muy grande.

¿Por qué nos gusta? ¿Es sensual? ¿Es enfermizo? ¿Es violento? ¿Es provocador? Pues todo eso y algo más, porque con la imagen de Rose McGowan y su ametralladora ortopédica Robert Rodriguez se atuvo a su viejo principio: mejor cuanto más exagerado.

¿Por qué nos gusta? Aunque Torrente 4 tuvo varios teaser posters, y todos ellos muy buenos, nos quedamos con este por mostrarnos al personaje de Santiago Segura en el lugar que, todos lo sabíamos, le corresponde: el talego.

¿Por qué nos gusta? Porque, tras tantos años y tantas películas, la estampa de Daniel Radcliffe y Ralph Fiennes echándose una mirada de las que (literalmente) echan chispas nos prometió una catarsis gloriosa. Como reza el eslogan, "Todo acaba aquí".

¿Por qué nos gusta? ¿Alguien dijo "nostalgia"? Entre el látigo, el sombrero, la tipografía y las cajas de cierto almacén, este teaser supuso un formidable cebo para quienes se criaron con el Dr. Henry Jones Jr. como máximo heroe. El filme, por otra parte...

¿Por qué nos gusta? No hacía falta saber que era Eli Roth quien empuñaba el bate de béisbol para captar el mensaje: Tarantino ha vuelto... Y su anunciada película sobre la II Guerra Mundial no va a cortarse un pelo.

¿Por qué nos gusta? Respaldados por iconos y símbolos con décadas de antigüedad, los superhéroes lo tienen fácil para obtener buenos carteles de adelanto. Este avance (y la promesa, cumplida, de ver a Robert Downey Jr. en la cúspide de su poder) consiguió tentar hasta a quienes no sabían nada de 'Cabeza de Lata'.

¿Por qué nos gusta? Decir "Kick-Ass" es decir Hit Girl, y este póster nos lo demostró con creces. "No puedo ver a través de las paredes, pero puedo patearte el culo", reza el eslogan. ¿Verdad que es adorable?

¿Por qué nos gusta? Por reavivar las esperanzas de los tolkienianos del mundo, ávidos de comprobar si su trilogía del alma podía generar películas en condiciones. Hasta que vimos esta imagen, no teníamos ni idea de lo maligna que podía resultar una simple pieza de bisutería made in Mordor.

¿Por qué nos gusta? De nuevo nos hallamos ante un teaser poster que juega la carta de la morriña ochentera. Pero con una diferencia: las ensangrentadas garras y el rostro tenebrosamente oculto de Jackie Earle Haley nos advierten de que el tono de comedia bufa de los filmes originales se ha esfumado sin dejar rastro.

¿Por qué nos gusta? No nos muestra a Christian Bale. No sale ni un mal edificio de Gotham City. Tampoco podemos ver a Heath Ledger como Joker. Pero esa pared de ladrillos, esos pintarrajos y ese "Why So Serious?" son ya historia del cine gráfico.

¿Por qué nos gusta? Religión, petróleo y violencia son las claves de este filme de Paul Thomas Anderson. Y esas tres cosas son las que, elegantemente, anticipa este cartel: una bíblia de tapas negrísimas, una línea roja y el nombre de Daniel Day-Lewis bastan para evocarlas.

¿Por qué nos gusta? Porque demuestra que Casino Royale fue, realmente, una resurrección para James Bond. Si el primer filme tuvo una campaña publicitaria centrada en el rostro de Daniel Craig, a estas alturas actor y personaje eran tan inseparables que sólo necesitaron mostrarnos su sombra.

¿Por qué nos gusta? Vale, la película no estaba muy bien (algo normal, considerando que se rodó casi sin guión), pero este rostro metálico mirándonos con sus ojos al rojo vivo daba más yuyu que Megan Fox cuando se pone borde.

¿Por qué nos gusta? Los chicos de Pixar suelen cuidar hasta la extenuación la cartelería de sus filmes, y la mejor trecuela de la historia se benefició mucho de esta práctica. Está el sheriff Woody, y hay un número 3. ¿Necesitamos más información?

¿Por qué nos gusta? El tema más conocido de The Runaways (el grupo) fue Cherry Bomb. En inglés, "cherry" es "cereza", y "bomb", "bomba". Mira atentamente este cartel y dinos si no transmite bien el concepto.

¿Por qué nos gusta? La saga de los asesinatos sádico-mecánicos suele presentar teaser posters de lo más currado. Este, en concreto, nos sorprendió y fascinó por renunciar a la imaginería gore habitual: parece sacado de un editorial de moda particularmente enfermizo.

¿Por qué nos gusta? Una vez más, nos encontramos con un cartel de avance que promete justo lo que hay. Es decir, unas serpientes, y un avión. Que luego las serpientes resultasen ser del tamaño habitual fue una pequeña decepción, pero la imagen sigue siendo chula.

¿Por qué nos gusta? Por su forma de decirnos "se acabó el cachondeo, llega la angustia". Si Sam Raimi hubiese mantenido el filme al nivel de este póster, hubiéramos hecho menos chistes con el flequillo de Tobey Maguire.

¿Por qué nos gusta? Para muchos, este es el teaser poster definitivo, y entendemos por qué: llegó en fecha temprana, pilló a más de un espectador por sorpresa y ofreció una imagen icónica... A la cual las precuelas de la saga galáctica no supieron corresponder.

¿Por qué nos gusta? ¿Qué decíamos antes de los tipos en pijama y sus símbolos? Pues aquí tenemos una prueba de ello: el poder evocador de ese escudo rojo y amarillo nos hizo esperar mucho de Bryan Singer. Tal vez demasiado...

¿Por qué nos gusta? Por una vez, un filme de superhéroes se olvida del emblema de turno para presentarnos la cosa en sí. Es decir, a un Chris Hemsworth con planta, estatura y martillo de dios nórdico. ¡Por Odín, así se hace!

¿Por qué nos gusta? Otro triunfo cartelero del emporio Pixar, que nos sirve en bandeja una de las imágenes más inolvidables del filme. No hacía falta saber nada deKarl Fredriksen y su triste vida para saber que sus aventuras valdrían la pena.

¿Por qué nos gusta? Si creciste en los 80 y fuiste alguna vez de campamentos, conocerás el miedo que inspira la máscara de hockey de Jason Voorhees. Encontrárnosla así, de sopetón, tras tantos años sin visitar Crystal Lake nos dio un buen susto a más de uno. Y menos mal que no sale el machete...