En declaraciones a Europa Press, Álvarez explicó que las sustancias estupefacientes suelen entrar en la cárcel de la mano de los presos —que aprovechan los permisos penitenciarios para adquirirla— y de sus familiares, que "creen que de este modo les están ayudando cuando es todo lo contrario".
En la mayoría de los casos los funcionarios encuentran la droga en los registros previos a la entrada en el recinto. Se trata de pequeñas cantidades de sustancias que suelen ir escondidas entre las ropas del portador, aunque "erradicar su entrada es casi imposible", matizó el director del centro.
"Los funcionarios están haciendo muy buena labor, pero a veces son cantidades tan pequeñas que se les escapan, pero aún así el consumo está descendiendo en todos los centros gracias a los controles y a los programas destinados a este fin", añadió.
Álvarez lamentó el reciente fallecimiento de un recluso que mezcló sustancias estupefacientes con los fármacos que tomaba para superar una adicción a los narcóticos, una mezcla que, "al parecer resultó letal", aunque aún se está a la espera de conocer las pruebas forenses que determinarán las causas exactas del fallecimiento.
La muerte de este recluso se produjo el pasado 11 de diciembre, según reveló ayer el sindicato Acaip, mientras que otros dos reclusos, uno de ellos una mujer, fueron ingresados esta semana en sendos centros hospitalarios tras ser hallados en sus celdas en estado de inconsciencia y con síntomas de haber consumido drogas de forma abusiva.
El director del centro lamentó estos hechos y quiso lanzar un mensaje de tranquilidad a la población porque "este tipo de cosas no suceden todos los días" y los funcionarios velan para evitarlos.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios