Los bancos que operan en España lograron un beneficio neto atribuido de 12.709,3 millones de euros entre enero y septiembre de 2009, el 10,7 por ciento menos que en el mismo periodo de 2008, lo que se debió en gran parte al mayor esfuerzo que realizaron en la dotación a provisiones y saneamientos.

Según explicó hoy el secretario general de la Asociación Española de Banca (AEB), Pedro Pablo Villasante, el sector bancario destinó hasta septiembre 15.993 millones de euros a provisiones y a cubrir pérdidas por deterioro de activos (el 66% más), para paliar los efectos del incremento de la morosidad, que cerró septiembre en el 3,6 por ciento, frente al 1,91 por ciento de un año antes.

En los nueve primeros meses del año, la actividad de la banca se ha desarrollado en un entorno "muy complejo", en el que se ha registrado una fuerte caída del consumo de las familias y de la inversión de las empresas y que para los bancos se ha traducido en un descenso generalizado de la demanda de crédito y en el mencionado incremento de la mora, explicó Villasante.

Sin embargo, el sector bancario ha seguido dando crédito, como refleja el incremento del 5,1% registrado por la inversión crediticia consolidada del sector, hasta los 1,3 billones de euros, aunque este negocio cae el 0,4% si nos fijamos en las cuentas individuales de los bancos, una evolución similar a la de los principales países de la zona del euro.

Y esto es así, explicó Villasante, "a pesar de que los sistemas financieros de estos países han recibido ayudas por un importe conjunto cercano a los 600.000 millones de euros". Por su parte, los depósitos de la clientela crecieron el 13,2% entre enero y septiembre en comparación interanual, hasta llegar a 928.813 millones.

Villasante destacó "la capacidad de gestión" y la prudencia desplegada en el actual entorno de crisis por la banca española, que cuenta con un modelo de negocio que está demostrando ser bastante resistente a la crisis por basarse en la banca comercial.

En opinión de Villasante "ya ha pasado lo peor" de la crisis, aunque "España podría participar con retraso en la gradual recuperación de la actividad" y al mismo tiempo persisten dudas acerca de lo que pasará cuando desaparezcan las cuantiosas medidas de estímulo públicas implantadas por los distintos países, algo que las autoridades no deberían hacer hasta que la recuperación económica esté asentada y, en cualquier caso, deberían coordinar.

Volviendo a las cuentas, el secretario general de la AEB destacó el incremento de los recursos propios del sector y de su calidad, como reflejan los principales ratios de solvencia, ya que el Tier 1 mejoró hasta el 9,18% y el core capital -capital más reservas frente a activos ponderados por riesgo- avanzó hasta el 7,76%.

En cuanto a los principales márgenes de la cuenta de resultados, el de intereses -diferencia entre ingresos por créditos y gastos por depósitos mas dividendos- se situó en 36.248 millones de euros tras crecer el 31,6% gracias al mayor volumen de negocio y a la mejora de los diferenciales en los mercados mayoristas, que permitió compensar la fuerte caída de los ingresos de las sociedades participadas.

Por su parte, el margen bruto -antes ordinario, que añade comisiones- crece el 18% al tiempo que los gastos de explotación de la cuenta consolidada crecen el 13,8%. El resultado de la actividad de explotación, el mejor modo de medir la evolución del negocio típico bancario, cayó el 2,8% tras absorber el importante esfuerzo realizado en saneamientos y dotaciones, ya mencionado.

Por su parte, el resultado agregado de las cuentas individuales de los bancos se redujo el 6,3% y quedó situado en 9.470 millones de euros, en tanto que la mora se sitúa en el 4,23% y la cobertura, en el 66,6%.