La provincia oriental china de Liaoning será la primera del país en utilizar desde este jueves la inyección letal para ejecutar a los condenados a muerte frente a los disparos, sistema instaurado por la República Popular de China en su fundación en 1949, informó el diario Nuevo pekín.

"Hoy la pistola pasó a la historia ya que todos los tribunales deberán explicitar que la máxima pena se ejecute con la inyección", informó el diario.

Para llevar a cabo los cambios, además de formar a la policía, brazo ejecutor de la sentencia, los tribunales deberán construir una sala adecuada o adquirir un vehículo especialmente preparado para aplicar la máxima pena por esa vía.

Según el periódico, si un tribunal intermedio no cuenta con el número de condenas a ejecutar suficientes, puede dejar de construir la sala y deberá utilizar el vehículo.

Según expertos citados por el diario pero cuyos nombres no facilitó, "el método de la inyección letal puede reducir el pánico y el dolor de los delincuentes en los momentos previos, además de que cumple su objetivo sin deteriorar el cadáver".

"Las nuevas disposiciones refleja el progreso de la civilización social", dijeron los expertos al Nuevo Pekín.

Aunque fuentes del Gobierno reconocen que la cantidad de ejecuciones anuales en China podría rondar entre 7.500 y 8.000, algunas fuentes independientes la elevan hasta 10.000.