«Toda la señalización está colocada, sólo falta que se enganche el alumbrado público. No entendemos qué pasa para que el Ayuntamiento no abra ya todo el vial», critica el presidente de la asociación de vecinos Puerto de la Torre, Álvaro Siles.

La apertura del cuarto acceso (desde el sur) a esta zona de la ciudad se retrasa desde hace cuatro años. Se trata de la principal solución para los atascos en Puerto de la Torre, ya que atraviesa El Tomillar conectando la calle Lope de Rueda (la principal del barrio) con El Cónsul. De esta forma, se facilitan los desplazamientos desde el entorno de Puertosol a la la autovía y otros puntos de Málaga.

De sus dos kilómetros, apenas 300 metros se han abierto al tráfico con la intención de posibilitar el acceso a la clientela de un supermercado que se ha trasladado recientemente del centro del barrio a ese punto de la nueva calle.

La vía consiste en dos calzadas de 6,5 metros con dos carriles por sentido y aceras de tres metros a cada lado. La conclusión de este cuarto acceso a Puerto de la Torre (existen otras desde Carlos Haya, El Cónsul y Almogía) estaba prevista en febrero de 2007.

Aunque el Ayuntamiento anunció mucho antes que ese vial se haría realidad, ya que era una de las alternativas planteadas para paliar los atascos durante la obra de duplicación de carriles en calle Lope de Rueda.

Esos trabajos comenzaron en diciembre de 2005 y se prolongaron durante 27 meses sin que se empezase antes el acceso que ahora centra la polémica, el de El Cañaveral. En todo este tiempo el atasco ha seguido siendo cotidiano.

A la espera de una reunión

El Ayuntamiento de Málaga indicó que preveía abrir el vial a finales de octubre, aunque señaló algunos problemas a la hora de resolver la conexión con Lope de Rueda. La asociación de vecinos aguarda una reunión con Urbanismo para primeros de 2010 después de que el Consistorio anulase un encuentro previsto para mediados de este mes. La obra ha estado salpicada de incidencias. Una de las más importantes fue su paralización durante meses en 2008 por la oposición de una veintena de familias de Puertosol, que pedían distanciar la nueva vía de sus chalés.