Esperas bajo el frío y la lluvia desde la madrugada, con el niño a cuestas y con el lastre  de haberse quedado en el paro. Es el suplicio por el que pasan a diario las personas que van a tramitar el desempleo a alguna de las 42 oficinas del Inem que hay en la región.

El aumento de la desocupación, que ya afecta a 448.224 madrileños (casi el doble que hace un año), ha hecho que estas oficinas se desborden, especialmente en las que hay un mayor número de demandantes, como Fuenlabrada, Santa Eugenia, Moratalaz y Estrecho. En ellas es fácil encontrarse con gente esperando para coger su número desde las 5.00 horas.

El problema, que empezó a registrarse desde que comenzó la crisis, ha intentado solucionarse con la contratación de 200 personas (un incremento del 40% de la plantilla) y con la apertura de tarde de 17 centros, según datos  del Ministerio de Trabajo.

"No caben más"

Pero no ha sido suficiente. Según afirma CC OO, en muchas oficinas no se pueden contratar a más trabajadores "porque no caben más". Sencillamente, las infraestructuras no están preparadas para tal demanda. Y mientras, el paro sigue creciendo. En noviembre se registraron 6.366 personas más, un 1,44% más que en octubre.

La pasada semana, en las oficinas del Inem de Estrecho, gente de todo tipo y condición se apelotonaba en la puerta para solicitar su prestación. Eran las siete de la mañana. Entre ellos, una pareja con su recién nacido. "Yo me acabo de quedar en el paro. Traemos a la niña porque no podemos pagarnos una guardería", explica a 20 minutos la mujer.

La situación es similar en Fuenlabrada, donde, según la asociación de desempleados del municipio, cada día acuden 300 personas a apuntarse. "Es un reflejo de la falta de apoyo de las administraciones a los parados", afirma Santos Prieto, su presidente.

Un mes para apuntarse

Aparte de las colas, el amplio número de solicitudes para apuntarse al paro ha hecho que aumenten también los días de demora entre la solicitud de la prestación (entrega de los papeles en el Inem) y su reconocimiento.

La media, ahora mismo, está situada en cuatro días, pero en ocasiones excepcionales, con falta de personal que en ocasiones no se cubre, se ha llegado a sobrepasar el mes de retraso, tal y como denuncia UGT. Y eso pese a que todas las oficinas trabajan por la tarde, sin apertura al público, durante noviembre y diciembre, para poder sacar adelante las tramitaciones, según el Ministerio de Trabajo.

En la fila del paro

Ricardo Carballo. 35 años, ex camarero.
Se viene hasta con el 'tupper'

"Es la primera vez que en nueve años que vengo al paro. Antes, si no tenía trabajo era porque yo quería, pero ahora... está muy chungo. Mi novia no encuentra curro tampoco y buscamos algún alma caritativa que nos haga un contrato. Estas colas son exageradas, ha gente que se viene con el tupper de casa para comer".

Alfredo Feito. 59 años. En un ERE temporal.
"Tengo los pies helados"

"Llevo 16 años empleado en una empresa de madera, y hace poco nos hicieron un ERE temporal. Se supone que dentro de tres meses me volverán a llamar para trabajar. Pero no sé yo, con lo mal que está la cosa. La crisis pinta para muy largo. Llevo aquí desde las siete de la mañana y tengo los pies helados. Imagina si empieza a nevar".

Macarena Ruiz. 29 años. Filóloga.
"No veo claro mi futuro"

"Estudié filología y traducción, y había podido encontrar un trabajo relacionado con lo mío. Pero la crisis... es la primera vez que estoy en el paro y tengo un frío que pela. No me resigno a encontrar algo de mi carrera, pero la prestación me da para siete meses y vivo y me mantengo sola. Así que no sé. No veo claro mi futuro".