El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, habría colaborado con la organización mafiosa siciliana Cosa Nostra y, concretamente, habría estado detrás de los atentados que esta organización perpetró a principios de los 90, según afirmó este viernes el mafioso arrepentido Gaspare Spatuzza ante el Tribunal de Turín (norte de Italia).

Il Cavaliere, por su parte, insistió en que estas revelaciones son un ataque de la mafia en respuesta a la determinación con que el actual Gobierno la está golpeando desde que accedió al poder.

El testimonio del ex mafioso se enmarca en el proceso contra el senador Marcello Dell'Utri, mano derecha de Berlusconi desde los años 70 y que fue condenado a 9 años de prisión por un delito de colaboración con la mafia.

Spatuzza declaró que el objetivo de los atentados de 1993 no era otro que el de desestabilizar el país y favorecer así el ingreso en la arena política de Forza Italia, el partido fundado por Berlusconi y Dell'Utri en enero de 1994. Al parecer, Berlusconi y Dell'Utri habrían prometido a la mafia un aligeramiento de las penas contra los condenados por delitos de mafia.

"He formado parte desde los años 80 hasta el 2000 de una asociación terrorista-mafiosa denominada Cosa Nostra", afirmó Spatuzza.

El nomgre de Berlusconi sonó en 1994

Spatuzza detalló que Giuseppe Graviano, uno de los jefes de la Cosa Nostra, le habló de Berlusconi en 1994. "Graviano me dijo que todo lo que habíamos obtenido fue gracias a la seriedad de las personas que habían llevado adelante esta historia". Añadió que el jefe de la mafia "mencionó los nombres de dos sujetos".

Del entonces empresario Berlusconi, "Graviano me dijo que era el de Canale 5" y sobre el segundo individuo el ex mafioso agregó: "En medio hay un paisano nuestro, Dell'Utri".

"Gracias a la seriedad de estas personas tenemos al país prácticamente en nuestras manos", aseguró que le dijo Graziano en una reunión en 1994. El ex mafioso se refirió a los atentados de perpetrados en 1993 en Florencia, Milán y Roma que describió como "anómalos" dentro de la estrategia de sangre de la Cosa Nostra, aunque Graviano le explicó que "está bien que sumemos unos cuantos muertos, así quien tenga que moverse ya espabilará".

También responsabilizó a la Cosa Nostra de los atentados en los que fue asesinados los jueces antimafia Paolo Borsellino y Giovanni Falcone en 1992 "porque eran nuestros enemigos".