Los turistas que han acudido este jueves al Museo del Louvre y al Palacio de Versalles, en París, se han encontrado con una desagradable sorpresa. Ambos monumentos permanecen cerrados al público, tras unirse a la huelga que mantienen los museos nacionales en protesta contra la restricción presupuestaria y la supresión de empleos prevista por el Gobierno francés.

Los sindicatos del ministerio de Cultura galo han llamado a la huelga a todos los museos nacionales. Algunos, como el Centro Pompidou, llevan más de una semana realizando paros de protesta.

Junto al Louvre, que recibe más de ocho millones de visitantes al año, los turistas que en estos días visiten París encontrarán cerrados los museos de Orsay, la Catedral de Notre Dame o la Biblioteca Nacional de Francia.

"El Ministerio de la Cultura hace oídos sordos a este movimiento y a sus reivindicaciones. Frente a esta situación, el conjunto de las organizaciones sindicales del ministerio de la Cultura han entregado un aviso de huelga prorrogable a partir del miércoles 2 de diciembre", han indicado los responsables sindicales en un comunicado común.

La convocatoria de huelga es el primer gran problema social que sufre el ministro de Cultura, Frédéric Mitterrand, desde que se unió al conservador Gobierno de Nicolas Sarkozy, el pasado mes de junio.