Le diagnosticaron un tumor maligno en el recto y ahora se lo han extirpado. El caso no habría trascendido si no fuera porque la extracción se hizo por el ano y es pionera en el mundo. La paciente es una mujer de 76 años, que recibió el alta el 14 de noviembre, pasados cinco días de la intervención. Se marchó a casa sin haber sufrido complicaciones.

Los instrumentos quirúrgicos se introdujeron por el ano para evitar incisiones dolorosas en el abdomen. Consecuencia: menos dolor, reducción de la estancia hospitalaria y mejores resultados oncológicos.

La nueva técnica no deja cicatrices, frente a las cuatro o cinco que se producen cuando se trabaja con una laparoscopia. La ventaja de usar la vía transanal es la visión directa, gracias a la técnica TEMO, que permite introducir un proctoscopio conectado a un sistema que dilata las paredes del ano y permite actuar.

La nueva técnica "disminuye la agresión quirúrgica, la recuperación es más rápida y las complicaciones postoperatorias son menores", explica el jefe de cirugía gastrointestinal del Hospital Clínic, Antonio María de Lacy. Este centro, junto con el General de Massachussets (EEUU), ha sido el pionero en esta intervención.

La técnica de intervención, que aprovecha los orificios naturales, ya se ha aplicado para sacar órganos a través del ombligo, la vagina o la boca. Ahora se amplía y también se utiliza el ano, algo que beneficia a los dos sexos. Hasta ahora, la vía transrectal había sido la menos explorada.