El ejemplar muerto fue encontrado en la zona de la Reserva Biológica de Doñana, en pleno corazón del Parque Nacional, y al cuerpo se le ha realizado una necropsia en el Centro de Análisis Diagnósticos de Sevilla.

En esta necropsia no se han encontrado posibles causas externas de la muerte ni síntomas de un atropello.

La hembra encontrada muerta tenía unos ocho años, y los linces en libertad suelen vivir unos diez años, según las citadas fuentes.

La Consejería de Medio Ambiente realizará otros análisis más específicos a la lince muerta para intentar conocer la causa de su muerte.

Según los últimos cálculos, en Doñana puede haber medio centenar de linces ibéricos, una especie en peligro de extinción, y en Sierra Morena unos 150.

En los últimos diez años, un total de 33 linces han fallecido en Doñana, la mayoría atropellados.