Entre tradición y educación

El 80% de los niños y niñas gitanos andaluces que empieza primero de ESO no llegan a terminar cuarto. Ellas se matriculan menos y ellos abandonan antes.
Tienen entre 12 y 16 años y su nivel de absentismo escolar es todavía muy elevado, según la Fundación Secretariado Gitano. El 80% de los niños gitanos que empieza primero de la educación secundaria obligatoria (ESO) no llega a terminar cuarto. Cuando más abandonan es en el paso de primero a segundo curso. «Lo dejan más los chicos que las chicas. Ellas se matriculan menos, pero si lo hacen, acaban», explica M.ª Teresa Andrés, responsable del área de educación en la Fundación Secretariado Gitano, quien puntualiza que el hecho de que exis- tan pocas cifras sobre escolarización de este colectivo se debe, entre otros motivos, a que la ley de protección de datos no permite clasificar por etnias.

Tipos de absentismo:

Intermitente: El/la niño/a gitano/a falta a clase en días concretos. Es decir, los lunes, los viernes o durante periodos más largos que coinciden con celebraciones familiares o campañas agrícolas.

Prematuro: Dejan la escuela porque tienen que cumplir el rol que les asignan. Ellas ayudan en casa y ellos en el trabajo. «Sus expectativas de vida están cumplidas. Seguir los estudios no es productivo», dice la experta.

En el estudio ha participado el Ministerio y la Consejería de Educación y el Instituto de la Mujer.

Lo que más estudian: derecho

Sólo uno de cada cien gitanos logra llegar a la universidad. De los universitarios gitanos, el 80% son mujeres, es decir, ocho de cada diez titulados. Curiosamente, derecho es la carrera más elegida, afirman en la Asociación de Mujeres Gitanas Universitarias de Andalucía (Amuradi), fundada hace cuatro años y con más de 300 socios en la actualidad.

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