Y no sólo en Níger, también en Burkina Faso, Chad, Malí... se mueren de hambre.

Y los niños son los que más sufren...

En estos momentos, de cada mil niños, mueren trescientos por falta de comida. Se necesita ayuda urgente, ¡En África viven personas!

¿Las mismas personas que intentan saltar las vallas de Melilla y Ceuta?

Claro. ¿Cómo se van ha quedar con los brazos cruzados mientras ven cómo mueren sus niños? Éste es un problema que nos afecta a todos. Ellos no vienen aquí para que les demos un Rolls Royce.

¿Qué ha ocurrido en Níger?

La ONU hizo una llamada de alerta a principios de año. Las sequías y las posteriores plagas de langosta han dejado sin alimentos a la población. A eso se suma la incapacidad de la ONU para recaudar fondos y la falta de infraestructuras y de previsión.

¿En qué consiste su labor?

Estamos haciendo un puro trabajo de emergencia. Intentamos hacer llegar comida a las poblaciones del sur de Níger. Damos prioridad en la ONG Infancia sin Fronteras a los niños y las madres.

¿Falta sensibilización?

Sólo tienes que mirar las basuras en nuestro país; vivimos en opulencia a costa de los demás. Con nuestras sobras se acabaría todo esto. Sin embargo, creo que la gente corriente, los padres y madres que van en el autobús o el Metro, tiene buen corazón y tal vez...

¿Como se puede ayudar?

Cualquier ayuda es buena, pueden hacer donaciones o apadrinar un niño por 18 euros al mes  y sencillamente salvarle la vida (902 333 503). Hay que acabar con esa lógica cruel de que en África se mueren porque es así. Entre todos podemos parar  la matanza.

¿No se le parte el corazón al verlo de primera mano?

Es muy duro. Pero la única reacción posible es trabajar más y más...

Bio. Tiene 49 años y es ingeniero, aunque se dedica en cuerpo y alma a paliar la hambruna que sufre Níger, en Maradi y Zinder. Su web: www.infanciasinfronteras.org