La 33 Copa América de Vela se trasladará de los despachos y los juzgados al mar durante el próximo mes de febrero. Y no será en aguas árabes ni australianas, sino en las valencianas de la Malvarrosa.

Así lo anunció ayer la alcaldesa Rita Barberá, tras reunirse con el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, de cara a la coordinación del evento: «La Copa América vuelve a casa, al mejor campo de regatas del mundo y a la marina Juan Carlos I, el mejor escenario para la competición», aseguró. La alcaldesa explicó que, tras el acuerdo alcanzado entre los equipos Alinghi (Suiza) y Oracle (EEUU) para elegir Valencia como sede, sólo queda que la jueza que dirime el litigio, y que propuso a Valencia como sede, ratifique la decisión.

Lo que está claro es que no habrá que pagar ningún canon por albergar el evento, al contrario que para la 32 edición cuando entre el Ayuntamiento, Generalitat y Gobierno central desembolsaron 50 millones de euros.

Así pues, salvo sorpresa de última hora, a partir del 8 de febrero arrancará la competición, «más intensa, pero más breve», dijo Barberá. Será un duelo entre catamaranes al mejor de tres regatas. Además, informó de que ha contactado con el resto equipos que participaron en la 32 Copa América «para ofrecerles Valencia como sede permanente de sus bases».

Apoyo del Gobierno

Tanto el Gobierno de España, a través del secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, como el PSOE, a través de su portavoz en el Ayuntamiento de Valencia, Carmen Alborch, apoyaron la celebración de la competición:«Nos ofrecemos a trabajar con el gobierno municipal para que la Copa sea un éxito», afirmó Alborch.

73.000 empleos en tres años

La celebración de la 33 Copa América supondrá un bálsamo para un amplio sector de la economía valenciana, como por ejemplo el hostelero. Y es que, según el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, durante los tres años de regatas de la pasada edición de la competición se crearon 73.859 empleos y se generaron 2.767,9 millones de euros. Así, las 1.740.000 personas que visitaron la dársena durante las regatas celebradas entre abril y julio de 2007 gastaron 106,5 millones de euros.