Los Consejos de Administración de Caja España, Caja Duero y Caja Burgos se reunirán hoy de forma simultánea, a las 18.00 horas, para decidir si inician un proceso de fusión que configuraría la sexta caja de España por volumen de activos.

Las cajas agotan así el plazo dado por el Banco de España, que les había exigido que antes del 10 de noviembre hubiera un acuerdo formal de las cajas para empezar un proceso que debe acabar en marzo con la aprobación por parte de las asambleas del proyecto de fusión.

Sin embargo, en las horas previas se ha acrecentado la incertidumbre sobre el resultado ya que el presidente de Caja Burgos, José María Arribas, se opone a las condiciones que hay encima de la mesa, que incluyen ya un reparto de las sedes y un nuevo organigrama directivo.

Entre los tres consejos de administración hay 51 personas que hoy deben decidir si se inicia la fusión, la mayoría de ellos con vinculación a un partido político. En el caso de caja de Burgos, el consejo de administración se encuentra dividido y ni la dirección regional del PP ni del PSOE tendrían asegurada la disciplina de voto de sus representantes.

En las reuniones de hoy se estudiará un documentoen el que se plasman las cuestiones políticas de la fusión, es decir, el reparto de sedes, el futuro de la obra social y el organigrama directivo de la nueva entidad.

El documento acordado el fin de semana, pero que aún puede ser objeto de modificación hasta el mismo momento en que se reúnan los consejos, figura que León albergará la presidencia, la sede social y al Consejo de Administración de la nueva entidad, así como el departamento tecnológico y de informática.

Salamanca será el lugar de trabajo de la Dirección General y, probablemente, la sede comercial de la Caja, mientras que en Burgos estarán las sedes de las empresas participadas, de la Corporación industrial, de los servicios jurídicos y área de Tesoro.