"Dormimos con un ojo abierto y otro cerrado, y con muchísimo miedo"

  • 36 familias de San Cristóbal (Villaverde) llevan años conviviendo con las grietas de su edificio.
  • Iban a realojarlos, pero todo se ha paralizado.
  • "Hay ruidos como si se cayera el techo".
Antonio muestra una grieta en su vivienda en San Cristóbal.
Antonio muestra una grieta en su vivienda en San Cristóbal.
JORGE PARÍS
Antonio muestra una grieta en su vivienda en San Cristóbal.

A Antonio Cabrera (69 años) se le saltan las lágrimas cuando señala las grietas que jalonan su domicilio, en el número 38 de la calle Godella, en el barrio de San Cristóbal (Villaverde). En este edificio (que incluye también los portales 34 y 36), más de una treintena de familias viven con el desasosiego de que el inmueble pueda derrumbarse en cualquier momento. Sobre todo desde que hace casi dos años el Ayuntamiento de Madrid paralizara los realojos previstos y con ellos la ansiada rehabilitación (que correrá a cargo de los residentes).

"Tenemos miedo, por la noche  hay ruidos como si se cayera el techo, por lo que dormimos con un ojo abierto y con otro cerrado", explica Antonio.

Y lo confirman Teresa y Julio: "Desde lo que ocurrió en Palma te pones en lo peor", dice refiriéndose al derrumbe que hace días costó la vida a siete personas en la isla. "El bloque tenía problemas muy similares al nuestro", afirman.

Faltan requisitos

Los afectados aseguran que fue a finales de 2004 cuando el Consistorio, a través de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV), les explicó que su edificio tenía problemas y que debían optar por rehabilitarlo o reconstruirlo de nuevo. "Elegimos tirarlo y volver a levantarlo y hemos pedido todas las licencias y ya somos comunidad de construcción constituida ante notario", explica Adolfo (otro vecino).

Según dice, las familias llegaron a ver los pisos donde iban a realojarles temporalmente (la mayoría en Colonia Marconi) y desde entonces (finales de 2007) esperan con sus bártulos en cajas a que la EMV ejecute las mudanzas.

"Nos dijeron que nos íbamos de aquí y aquí seguimos", resume Félix  que, a punto de cumplir 80 años, ve como cada día sus baldosas revientan y el desnivel de su suelo (el bajo) aumenta. Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid matiza que ellos no han paralizado ningún realojo, sino que el proyecto de los vecinos no cumple los "requisitos" para que se les conceda las subvenciones (24.000 euros por casa).

Según el director general de Gestión de la EMV, Pablo Olangua, los vecinos no han presentado el informe de "viabilidad" económica para ejecutar la obra, es decir, los créditos bancarios. Y mientras, los propietarios afirman que les han "engañado" y sólo esperan que lo de Palma no acabe ocurriendo con sus casas.

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