Un total de 11.000 trabajadores vascos afectados por Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) han vuelto a trabajar este año. Dicho de otro modo:han podido retomar su puesto de trabajo gracias a que su empresa ha recuperado su salud.

Es lo que llamamos un brote verde. Hay síntomas de que algunas grandes empresas empiezan a sacar la cabeza. La pasada semana, la multinacional Arcelor Mittal anunció que ha vuelto a ganar dinero, y que invertirá 3,5 millones de euros en la ACB de Sestao. Y este miércoles, comprobamos que la CAF sigue fuerte, y que tiene un nuevo pedido para fabricar 30 tranvías para Belgrado (Serbia).

Pero lástima que sean brotes verdes solos en mitad del secarral de la crisis. Aunque esos 11.000 vascos hayan superado su ERE, a día de hoy aún quedan otros 38.500 vascos afectados por los llamados expedientes de suspensión. Éstos no han perdido su trabajo, pero siguen en casa y sin sueldo, a la espera de que termine el plazo del ERE.

Y decimos secarral, porque no hay que perder de vista que el paro en el País Vasco sigue subiendo. En octubre se elevó un 1,78% respecto al mes anterior. Ya hay 125.589 vascos desempleados.

Es frustrante, pero vamos sobre lo previsto. El Gobierno vasco cuenta con que 2009 se cierre con 30.000 despidos, y que en 2010 haya otros 15.000. La Unión Europea fecha en 2011 la recuperación.

Ante esto, el consejero de Hacienda, Carlos Aguirre, informó este miércoles de que Euskadi se endedudará hasta 2012 para amortiguar los efectos de la crisis. Es más, pese a los créditos pedidos al banco, el presupuesto para 2010 será un 8,5% inferior al de 2009.

Parón al Instituto Vasco de Finanzas

El Gobierno vasco se está pensando si apoyar al Instituto Vasco de Finanzas o aparcarlo por el momento. Este organismo fue creado en diciembre de 2008 para dirigir la política financiera del Ejecutivo y gestionar los créditos públicos a las pymes (pequeñas y medianas empresas).

Suponía una inversión inicial de 80 millones de euros. Esta partida no se ha llegado a ejecutar y, ahora, el Gobierno vasco acaricia la posibilidad de abandonar el proyecto, ahorrarse ese dineral y atribuir sus funciones a otros departamentos ya existentes.

Hay que decir que el PSE y el PP rechazaron durante años este Instituto, al que apodaron Banco Público Vasco. Recelaban de que se convirtiera en un instrumento del Ejecutivo del PNV para ganar poder en las finanzas.

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