La vida de los salmones en los ríos asturianos está en peligro. El Ministerio Público podría investigar esta situación a raíz de una denuncia cursada ayer por el diputado regional del PP en Asturias Luis Peláez ante la Fiscalía de Medio Ambiente del Principado, porque hay «evidencias» de que los salmones «se mueren en los ríos y no precisamente por el cambio climático». Peláez responsabiliza a los encargados de la Consejería de la muerte de los salmones debido a la «grave negligencia e irresponsabilidad» de cerrar las compuertas para que los peces puedan regresar al mar: «están atascados en los ríos, no pueden desovar y cuando intentan regresar al mar, como es vital en su ciclo biológico, lo único que encuentran es la muerte» en ríos como el Trubia, el Nalón o el Nora.

A esta circunstancia se une, según el responsable de la Coordinadora Ecologista de Asturias, Fructuoso Pontigo, «el hecho de que hay ríos con 6 grados de temperatura por encima de lo normal, sobre todo por la refrigeración de las térmicas, el furtivismo y pequeños arroyos de montaña que están colmatados, llenos de arena por culpa de las canteras».