El desfile de la Fiesta Nacional dio comienzo ayer con un homenaje a los 17 militares fallecidos en agosto en un accidente de helicóptero en Afganistán. Los Reyes presidieron en la plaza de Colón la marcha que recorrió, desde pasadas las 10.00 hasta las 12.00 horas, el paseo de la Castellana. Participaron 4.000 militares, 80 aeronaves y 182 vehículos. Se pudieron ver banderas de todos los países iberoamericanos, excepto de Cuba, que rechazó la invitación.
Acompañaron a los Reyes en la tribuna los Príncipes de Asturias, los duques de Lugo y los duques de Palma, los presidentes de Chile y Honduras, además de los presidentes del Congreso y del Senado y todos los miembros del Gobierno, salvo los ministros de Justicia y Educación.
El presidente catalán, Pasqual Maragall, acudió finalmente (algunos de sus socios de Gobierno habían dicho que no iría). El único dirigente autonómico ausente fue el lehendakari, Ibarretxe.
ZP tiene la fórmula para Cataluña
El Estatuto catalán fue el tema más recurrente en la recepción que ofrecieron los Reyes. El presidente Zapatero dijo que «de las ocho fórmulas posibles» para definir Cataluña, él tiene la que contentará a todos.
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