Mientras a nivel nacional cada año hay menos muertos por accidentes de tráfico y se mantienen a raya los puntos negros, en Granada pasa justamente al revés: más fallecidos y carreteras cada vez más peligrosas.

La provincia tiene 47 puntos negros en 16 carreteras. Son 12 más de los que había en 2005, y nueve más de los que tenía en 2006. No en vano, la provincia se ha mantenido en los últimos años en la lista negra, precisamente, de las más peligrosas de España para conducir. En 2004 llegó a ser la cuarta provincia con más tramos de carretera peligrosos (sólo la superaban Madrid, Cádiz y Las Palmas), y con los últimos datos está la sexta.

Dos carreteras concentran buena parte de los puntos negros. Se trata de la N-340, la vía que atraviesa nuestro litoral (a la espera de que concluya su sustituta, la autovía A-7) y la A-44, especialmente el tramo que pasa por la capital, es decir, la Circunvalación.

Sólo esas dos vías concentran 19 de los 47 puntos negros de la provincia. La N-340 tiene diez puntos negros en un espacio de 42 kilómetros, pero la A-44 resulta mucho más peligrosa, puesto que tiene 9 puntos de peligro en tan sólo 12 kilómetros, los que van desde Albolote a Armilla. En ese tramo ha registrado 35 accidentes con víctimas en un año, y son incontables los siniestros sin víctimas que se producen, prácticamente a diario.

Las otras vías con más tramos peligrosos son la N-432 (carretera de Córdoba), con 5 puntos negros, y la N-323 (antigua vía hacia la costa) y GR-3303 (Armilla-Las Gabias) con cuatro puntos negros cada una.

5,7 kilómetros mortales

Se considera que hay un punto negro en una carretera cuando se han producido durante un año al menos tres accidentes con víctimas –muertos o heridos– con un máximo de separación entre uno y otro siniestro de cien metros.

En el caso de la provincia de Granada, sus 47 puntos negros suman un total de 5,7 kilómetros de vía en los que ha habido 176 accidentes con víctimas. Es decir, nada menos que 30 siniestros de gravedad por cada kilómetro.