¿Ha cerrado Mariano Rajoy la crisis del PP?

  • El presidente del PP ha querido dejar claro que él es la principal autoridad en el partido y "no quiere más espectáculos".
  • Amenazó con dejar fuera de las listas electorales a los que actúen de manera "desleal", en referencia a Esperanza Aguirre.
  • La guerra interna entre los populares madrileños continúa.
Rajoy ha querido dar un mensaje de autoridad en su partido.
Rajoy ha querido dar un mensaje de autoridad en su partido.
Sergio Perez / REUTERS
Rajoy ha querido dar un mensaje de autoridad en su partido.

"Los últimos conflictos internos son graves e inadmisibles". "Se ha debilitado al PP y la alternativa". "No habrá ningún espectáculo bochornoso más". Este martes se esperaba un discurso duro de Mariano Rajoy y así ha ocurrido. El presidente del PP ha buscado en el Comité Ejecutivo Nacional reforzar su liderazgo ante los últimos hechos que no han dejado muy buena imagen al partido y ha querido dejar claro que no permitirá situaciones similares en el futuro. ¿Fin de la crisis en el PP? Puede que no. Si bien parece que los problemas en Valencia están solucionados, no ocurre lo mismo en Madrid.

Aunque la reunión de los populares ha querido dejar clara esa imagen de fortaleza de Rajoy, su deseo de apaciguar los ánimos puede quedar roto en un futuro no muy lejano por la guerra interna existente entre los populares madrileños. Por ejemplo, la ausencia en la reunión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, "no ha gustado nada" entre los dirigentes del partido, que han censurado su actitud sin pelos en la lengua.

Así, durante el Comité, ha habido reproches "explícitos" por parte de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá; de la regidora de Cádiz, Teófila Martínez, y de la diputada e integrante de la Mesa del Congreso, Celia Villalobos, quienes han citado a Aguirre "con nombre y apellidos" para criticar su ausencia.

El propio Rajoy centró parte de su discurso en Aguirre aunque no la llegó a mencionar. Fue cuando aseguró que le parecía "inadmisible" que desde fuera "se presione" a órganos como el Comité de Derechos y Garantías -en cuyas manos se encuentra la posibilidad de sancionar al vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, por sus críticas a Aguirre- por medio de "documentos exigiendo lo que sea". Se refería Rajoy al documento promovido por la presidenta madrileña entre los alcaldes de la región favorables a sancionar a Cobo.

Aguirre no pudo defenderse en persona debido a su ausencia. Ella misma, durante un acto de su Gobierno, justificó el no haber acudido a la reunión para que sus compañeros "reflexionaran con más tranquilidad y libertad" sobre el 'caso Cobo'. Más tarde, afirmó que tiene la impresión de que "a la víctima se le coloca al mismo nivel que el agresor", palabras que no sentaron bien a la secretaria general, María Dolores De Cospedal, como ella misma dijo tras la reunión. Sí defendió a Aguirre su consejero de Sanidad, Juan José Güemes, aunque no fue una "defensa tan cerrada" como se esperaba.

"Me gustaría que el titular en la prensa fuera de unidad, y esto no ocurrirá otra vez", afirmó Rajoy, quien ha reivindicado su liderazgo recordando que en el congreso nacional de Valencia de 2008 nadie presentó una candidatura alternativa. Tras ello, amenazó con dejar fuera de las listas electorales a los que actúen de manera "desleal" y a "debilitar" al partido como alternativa, un mensaje implícito que algunos dirigentes populares interpretan que va dirigido a Aguirre, quien parece haber salido mal parada de esta 'batalla'.

Manuel Cobo

La otra parte del 'problema madrileño' que aún queda pendiente para el PP, y por tanto para Rajoy, es la sanción a Manuel Cobo. "Es inaceptable que se hagan declaraciones públicas sobre aspectos internos y que tales declaraciones se hagan acompañadas de una crítica a otros dirigentes", resaltó el presidente del PP en la reunión.

El vicealcalde madrileño reconoció que hizo "mal" al hablar sobre el partido fuera de sus órganos de dirección, aunque no pidió perdón por lo que dijo. Tras ello, puso su cargo a disposición del partido y exigió que se use la misma vara de medir para todos los cargos políticos (en referencia al equipo de Aguirre). Incluso sacó a colación el caso del presunto espionaje, alegando que en esa ocasión llegó a tener miedo por él mismo y por sus hijos.

<p>María Dolores de Cospedal</p>Para concluir, Rajoy recalcó la unidad de la formación: "El Partido Popular es un partido unido". El tiempo lo dirá. De momento, el mensaje ha quedado publicado en la página web del partido: "No habrá próxima vez".
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