El presidente de la asociación, Fernando Juan, expresó ayer su alegría al considerar que han pasado «de la cueva de Alí Babá (en referencia a su anterior local) al cielo. Estoy muy contento por toda la barriada».

Mientras, una de las asistentes al acto, Virtudes Blázquez, de 74 años, dijo que «era necesario porque el que teníamos era un cuchitril. Éste es maravilloso».

Ellos, como parte de los 1.070 socios del club de jubilados, pueden disfrutar ya de las nuevas instalaciones, que han costado 600.000 euros y cuentan, entre otros equipamientos, con cuatro pistas de petanca y con una peluquería para que los más mayores puedan ir a la última a un precio asequible.

Barberá informó que, en los próximos meses, inaugurará otros dos centros de mayores, en Tendetes y Ruzafa, y que reabrirá el de la calle Historiador Diago, que antes era de Bancaja.