El Juzgado de Instrucción número 1 de Palma ha abierto diligencias previas por el derrumbe de este lunes del edificio del número 21 de la calle Rodríguez Arias de la capital mallorquina. En el suceso murieron siete personas, entre ellas una menor, mientras que otras dos resultaron heridas de carácter grave.

Un comunicado del Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares (TSJIB) informa de que la magistrada, que se personó en el lugar del suceso, "está a la espera del resultado de las primeras investigaciones oficiales sobre las causas del derrumbe y los eventuales antecedentes sobre el estado de la finca" para estudiar la adopción de posibles medidas.

De momento, este martes se llevó a cabo la demolición controlada de lo que quedaba del edificio poco después de que los peritos municipales recogieran muestras en cada una de las alturas para ayudar al esclarecimiento de los acontecimientos. Durante la noche se procedió a la limpieza del solar y a la eliminación de los escombros. Por su parte, los 55 vecinos que fueron desalojados de los inmuebles cercanos tendrán que esperar a este miércoles para volver a sus casas.

El comunicado del TSJIB precisa, respecto a las víctimas mortales, que "una vez completada la identificación y demás trámites necesarios, se expedirá la oportuna licencia de enterramiento".

Identidades de las víctimas

De momento, ya se ha identificado a cinco de las siete víctimas, miembros de las tres familias que vivían en el edificio. Dos de los fallecidos eran padre e hija mallorquines y se llamaban Jaume Perelló, de 54 años, y Miquela Perelló, de 15 años. La madre y esposa también se encontraba en la casa cuando ocurrió la tragedia, pero fue rescatada con vida y está ingresada fuera de peligro. La otra hija de la familia no se encontraba en la casa porque estudia en Barcelona.

Las otras tres víctimas identificadas son de nacionalidad colombiana y habitaban en el primer piso del edificio. En concreto, eran una madre, su hijo y el cuñado de éste. Sus identidades son María Correa de Valencia, de 54 años; Paulo Andrés Valencia, de 31 años; y Óscar Ortiz, de 38 años. Las dos personas que aún están pendientes de identificación son la pareja de alemanes que habitaba en el tercer y último piso del edificio.