Pero no hay que alarmarse ni culpabilizar al niño. «Hasta los cinco o seis años, el pis en la cama debe considerarse como algo normal.

A partir de esa edad, sí que es un trastorno, por lo que conviene preguntar al niño cómo se siente y ponerse en su piel, sin echarle nunca la culpa ni hacer que se sienta mal», explica a 20 minutos el pediatra Luis Rodríguez Molinero, del centro de salud Huerta del Rey. Los especialistas también recomiendan acudir al médico, ya que, si no se trata el problema, puede degenerar en baja autoestima para el menor; por ejemplo, le puede dar vergüenza ir a casa de un amigo a dormir por miedo a orinarse en la cama.

Cuando el problema se debe a factores físicos es porque «hay niños que no segregan por la noche la suficiente cantidad de la hormona antidiurética», añade Rodríguez Molinero. Pero también es un trastorno que se hereda.

En otros casos el pis en la cama lo desencadena un cambio, como «el primer día de cole, el nacimiento de un hermano o la pérdida de una mascota», concluye el doctor Rodríguez Molinero.